Nariñense fue ultimado abala en zona rural del Valle del Guamuez

Habitantes de la vereda San Marcos, jurisdicción del municipio del Valle del Guamuez, en el departamento del Putumayo, fueron sorprendidos por una escena dantesca. El cuerpo sin vida de un joven fue hallado a un costado del camino rural, con visibles signos de violencia. Pronto fue identificado como Diego Fernando Portilla Álvarez, un hombre oriundo de la ciudad de Pasto, Nariño, que había llegado hace varios meses a la región en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.

El cadáver presentaba múltiples heridas de arma blanca, especialmente en el tórax y el cuello, lo que indicaría una muerte violenta y directa. Según las autoridades, la escena del crimen sugiere que Portilla fue atacado en un lugar diferente y posteriormente arrastrado o trasladado al punto donde finalmente fue encontrado.

Diego Fernando Portilla, de aproximadamente 30 años, era descrito por quienes lo conocieron como un hombre tranquilo, sin antecedentes delictivos ni conflictos personales conocidos. Se había instalado en la vereda hace poco menos de seis meses, buscando empleo en labores agrícolas, una de las pocas fuentes de ingreso disponibles en la región.

“Era una persona muy callada, pero educada. No se metía con nadie. Siempre lo veíamos saliendo temprano a trabajar, y regresaba solo. Jamás lo vimos en discusiones o problemas”, comentó doña Clara Rincón, una vecina de la zona que aún no puede creer lo sucedido.

El Valle del Guamuez, como muchos otros municipios del Putumayo, ha sido históricamente una zona de alta complejidad social, marcada por la presencia de cultivos ilícitos, grupos armados ilegales y una institucionalidad débil. Sin embargo, los habitantes de San Marcos aseguran que hacía tiempo no se vivía un hecho tan violento como el de esta semana.

Fuentes extraoficiales cercanas a la investigación han indicado que el homicidio podría estar relacionado con un triángulo amoroso o problemas sentimentales. Aunque las autoridades no han confirmado esta línea de investigación, algunos testimonios recogidos por la Policía apuntan a la existencia de una relación personal que podría haber generado tensiones en la vida privada de Portilla Álvarez.

“No descartamos ningún móvil, pero sí hay indicios de que este hecho podría haber sido motivado por una situación emocional o afectiva. Estamos trabajando para esclarecer los hechos y dar con los responsables”, afirmó un vocero de la Sijín de la Policía Nacional en la región, bajo condición de anonimato.