Murió Sansón, el héroe de cuatro patas que salvó a 36 soldados en Antioquia

Tras seis días de lucha, falleció Sansón, el perro antiexplosivos del Ejército que resultó gravemente herido al detectar un artefacto explosivo en Yondó, Antioquia. Su acción evitó la muerte de 36 soldados y decenas de campesinos que transitaban por la zona. El valiente canino, un belga malinois de cinco años, murió este miércoles en una clínica veterinaria, donde era tratado tras la amputación de una de sus patas.

El pasado 10 de julio, durante una operación de reconocimiento y control territorial, Sansón activó un explosivo mientras realizaba una búsqueda como parte de su entrenamiento en el grupo EXDE. Aun herido, respondió al llamado de su guía, el soldado profesional Carlos Eduardo Beleño González, quien logró rescatarlo del área afectada.

El Ejército había iniciado trámites para dotarlo con una prótesis y darle una vida digna tras su retiro del servicio, pero las complicaciones derivadas de la lesión fueron irreversibles. “Aunque el accidente marcaba el final de su carrera como canino antiexplosivos, esperábamos poder brindarle una nueva oportunidad”, señaló una fuente militar.

Una trayectoria ejemplar

Sansón fue entrenado desde los tres años por el soldado Beleño, quien lo acompañó en múltiples misiones. Entre 2021 y 2023, operó en Ocaña, Norte de Santander, participando en operaciones de alto riesgo. En 2024 y 2025, fue desplegado en zonas de alta complejidad como Yondó, Cantagallo, Cerro Azul, La Nutria, La Posa y El Tigre, todas con fuerte presencia de grupos armados ilegales.

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Gracias a su trabajo, se evitó la activación de múltiples artefactos explosivos improvisados que amenazaban la vida de militares y civiles.

Un crimen contra la humanidad… y la vida animal

Según las autoridades, el explosivo que activó Sansón habría sido instalado por el Frente Édgar Amílkar Grimaldo Barón del ELN, en un camino de alto tránsito comunitario, lo que representa una grave violación al Derecho Internacional Humanitario.

“Los grupos armados no miden el impacto de su intención de afectar a la tropa”, dijo con firmeza el soldado Beleño, visiblemente afectado por la pérdida de su compañero.

Sansón no solo fue un miembro más del Ejército, sino un símbolo de coraje, lealtad y servicio. Su muerte deja un profundo vacío en quienes compartieron con él cada misión, pero también un legado que perdurará en la memoria de todos.