Recientemente se viralizó un video protagonizado por una mujer que decidió arrodillarse en plena vía pública para pedirle matrimonio a su novio, un gesto que provocó reacciones divididas en redes sociales. La escena ocurrió entre risas y sorpresa, pero lo que inició como un emotivo instante terminó convirtiéndose en motivo de debate.
Según el video difundido, en el momento la mujer grita: “¡Corre amigo, yo la distraigo!” justo antes de ponerse de rodillas frente a su pareja, en un lugar transitado y con transeúntes cerca. La propuesta fue capturada por un testigo y luego compartida ampliamente, alcanzando millones de visualizaciones.
La reacción del novio fue vacilante. Algunos medios afirman que pareció incómodo con la situación, lo que generó críticas entre personas que consideraron que una propuesta tan pública puede condicionar la respuesta y poner presión emocional innecesaria en el receptor del gesto.
En redes sociales, la propuesta desató múltiples opiniones: muchas aplaudieron la valentía y espontaneidad, mientras que otras señalaron que ciertos momentos privados no deberían convertirse en un show público. Algunos usuarios destacaron el carácter impuesto del lugar y la exposición inesperada del novio.
La polémica también encendió reflexiones sobre el rol de las mujeres en estos gestos simbólicos: ¿es apropiado que sea ella quien proponga? ¿Es necesario el dramatismo público? ¿O todo debe tener un protocolo tradicional? Un debate que, tras el video, alcanzó tanto comentarios feministas como conservadores.
Aunque no hay información de si la pareja aceptó finalmente, el video se convirtió en un ejemplo más de cómo los gestos amorosos se film y viralizan, y cuestiona hasta qué punto han cambiado las normas de los romances.