Carlos Santa María
La erupción del volcán Galeras el año 2005 marcó al Departamento de Nariño y causó una alta presión hacia la ciudadanía por ser un hecho inusual, de alto impacto sicosocial, humano y físico, que produjo más por decisiones políticas una afectación inmensa a miles de familias que moraban en el sector más cercano al volcán mismo.
Ante este evento, el gobierno de Alvaro Uribe Vélez emitió el decreto 4106 del 15 de noviembre de dicho año por el cual de declaraba zona de desastre a los municipios de La Florida, Nariño y un sector de Pasto, colindante con estos. Basado en una recomendación sin un estudio científico técnico de fuerte consistencia, sumió a esta región en una parálisis que impidió una inversión en infraestructura dejando a sus moradores en una pobreza cruenta. Las inversiones económicas de gobiernos nunca fueron conocidas y se “esfumaron”.
El Movimiento Territorio Galeras, dirigido por Edgar Torres Palma con un equipo ciudadano generoso, ha trabajado años por la reivindicación de los derechos conculcados, pese a que ese clamor no ha sido respondido acertadamente para subsanar el error histórico que se cometió.
Gracias a gestiones inmensas se ha logrado hasta ahora dos decisiones que dan esperanza: una, ya se ha declarado que la zona mencionada está en un nivel bajo de amenaza volcánica lo que permite iniciar procesos tan necesarios como el arreglo de casas, permitir conseguir préstamos para producción, avanzar en vías, y muchos otros aspectos que fueron destruidos por dicho decreto. Lo segundo, el Plan Integral de Gestión de Riesgo (obligatorio para lo anterior), presentado a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo por este Movimiento, junto a los alcaldes de los municipios mencionados, ha determinado que la suma para paliar en parte de daños causados asciende a $600.000.000.000, cuya institución ha ofertado actualmente $1.200.000.000.
Los Medios de Comunicación se han unido a esta campaña y en conjunto con las fuerzas vivas de la comunidad hay que persistir en derechos inalienables.

