
Los expertos señalan varios factores que explican este incremento:
- El alto costo de la vivienda, que dificulta el acceso a la propiedad.
- Las tasas de interés elevadas en créditos hipotecarios.
- Transformaciones en las formas de trabajo y vida, como el aumento de hogares unipersonales y la movilidad laboral.
Este fenómeno no se presenta de manera homogénea en todo el país: mientras que las grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali concentran gran parte de la demanda de arriendos, también se observa movimiento en municipios cercanos donde los precios pueden ser más accesibles.
Inflación y arriendo: una relación importante
La tendencia al alza en el costo de los arriendos también se refleja en los datos de inflación: en noviembre de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación anual de 5,3 %, con el componente de alojamiento y servicios —incluidos los arriendos— siendo uno de los que más contribuyó al resultado general.
Este escenario plantea desafíos para las familias que destinan una parte significativa de su ingreso al pago de vivienda en alquiler, lo que podría presionar aún más su presupuesto en un contexto de ajuste de precios y de inflación que todavía no cede completamente.
Impacto social y económico
El aumento de hogares en arriendo no solo es una señal del mercado inmobiliario, sino también un reflejo de las prioridades económicas de la población, la capacidad de ahorro y las expectativas de largo plazo respecto a la adquisición de vivienda. A medida que más personas optan —o se ven obligadas— a vivir en alquiler, también se abre un debate sobre políticas públicas de vivienda y financiamiento habitacional más accesibles.
