Sanguino advierte sobre riesgos en la reforma laboral en curso
En medio del avance de la reforma laboral en el Congreso, una de las propuestas más controversiales ha sido la de implementar una jornada laboral de cuatro días a la semana con tres días de descanso. Esta iniciativa ha sido cuestionada por el Ministerio de Trabajo por sus posibles efectos en la duración de la jornada diaria y la eliminación de recargos por trabajo adicional.
Durante la jornada legislativa del jueves 12 de junio, se aprobaron 47 artículos del proyecto de reforma, quedando pendientes 19 por discutir. Además, se espera que el próximo lunes se presenten nuevas propuestas.
Postura del Gobierno frente a la jornada de 4×3
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, expresó su rechazo a esta propuesta, argumentando que distribuir una jornada semanal de 42 o 48 horas en cuatro días significaría que los trabajadores deberían laborar entre 10 y 12 horas diarias, sin reconocimiento de recargos nocturnos o por horas extras.
“Eso no se puede permitir en una reforma laboral. Nada que afecte la jornada laboral puede ser aceptado. La humanidad ya instituyó la jornada de 8 horas desde 1919, con la creación de la OIT, y no podemos ahora retroceder con ideas que erosionan ese logro”, advirtió Sanguino.
Otras posiciones del Ministerio de Trabajo
Junto con el rechazo a la jornada 4×3, el Ministerio ha defendido otros puntos centrales de la reforma, entre ellos: el reconocimiento del contrato de aprendizaje como una relación laboral, la eliminación del trabajo por horas —considerado una forma de precarización laboral—, y la exclusión del Piso de Protección Social.
Sanguino reiteró que “aún falta discutir el 60% del articulado, que incluye los temas más sensibles y las líneas rojas del Gobierno”. También señaló que si no se logran acuerdos en la plenaria del Senado para aprobar el restante 25% de la reforma, será difícil conciliar las versiones de Senado y Cámara.
Próximos pasos en la reforma laboral
La discusión continuará la próxima semana en la plenaria del Senado, donde podría definirse el futuro de los puntos más debatidos del proyecto. El Gobierno se mantiene firme en su postura de proteger la jornada laboral tradicional y garantizar condiciones justas para los trabajadores en Colombia.