En un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad de la vereda La Esperanza, en el municipio de Ricaurte, Nariño, dos hombres, conocidos como ‘Camilito’ y ‘Ferney’, perdieron la vida tras un enfrentamiento con el ejército colombiano. El trágico hecho ha dejado a sus familias sumidas en el dolor y la incertidumbre, ya que, según denuncian, las autoridades militares no solo les impidieron recuperar los cuerpos de sus seres queridos, sino que también los agredieron con disparos.
El incidente ocurrió en las últimas horas, cuando se registró un enfrentamiento armado entre las fuerzas militares y presuntos grupos armados ilegales en la zona rural de Ricaurte. Aunque los detalles sobre la naturaleza del enfrentamiento aún son inciertos, las versiones de los familiares de las víctimas han trascendido a través de un video difundido en redes sociales, en el que se puede escuchar a los allegados de los fallecidos relatando los hechos.
Momentos de tensión
En el video, uno de los familiares denuncia: «Los militares estaban muy bravos, y hasta nos hicieron tiros. Nosotros somos civiles y familiares del finado, por eso queríamos recuperar su cuerpo». Estas declaraciones fueron acompañadas por un relato que resalta la angustia de los familiares, quienes viajaron hasta Tumaco para buscar información sobre el paradero de los cuerpos, sin obtener respuestas claras. La incertidumbre crece cada vez más, ya que, a pesar de sus esfuerzos por recuperar los restos de sus seres queridos, no han logrado obtener información sobre su ubicación.
Frustración
La denuncia de los familiares es un reflejo del dolor y la frustración que viven muchas comunidades en zonas rurales de Colombia, donde las disputas entre el ejército y los grupos armados ilegales a menudo afectan a los civiles, quienes se ven atrapados en medio de los enfrentamientos. La falta de respuestas por parte de las autoridades ha generado una serie de cuestionamientos sobre el manejo de la situación, especialmente sobre las condiciones en las que se encuentran los cuerpos de las víctimas y por qué se les impide a los familiares cumplir con los ritos funerarios. Este caso ha despertado una ola de solidaridad en la región, con vecinos y miembros de la comunidad exigiendo transparencia y justicia. Además, organizaciones defensoras de derechos humanos han manifestado su preocupación por los hechos, exigiendo que las autoridades investiguen lo ocurrido y garanticen el respeto a los derechos de los familiares de las víctimas.