Entendemos perfectamente la dramática situación de los migrantes, cualquiera que sea su nacionalidad, puesto que el abandonar sus países de origen en busca de un mejor futuro, se constituye en una dura aventura, en la que se ven involucradas familias enteras que se convierten en nómadas, en la mayoría de los casos en medio de toda clase de necesidades.
Los migrantes no tienen la culpa de las dificultades que causan a los lugares donde llegan, pero precisamente en estos momentos, aquí en nuestro departamento de Nariño, nos vemos abocados a un problema gravísimo ante el constante arribo de migrantes haitianos, por lo que en las últimas horas las autoridades locales hicieron un urgente llamado al Gobierno Nacional, a Migración Colombia, al Ministerio del Interior y a la Cancillería, para que de manera inmediata se articule un programa o plan de atención para ayudar a esta población que no solo ya se encuentra en nuestro territorio sino que continúa llegando de manera permanente, aprovechando los pasos ilegales que hay en la frontera con Ecuador.
Nos referimos a una situación de extrema gravedad puesto que sencillamente en nuestro medio no existe posibilidades reales para atender a esta población que en gran número ya se ve por las calles de Pasto y por diferentes puntos de la geografía nariñense.
Nuestros hermanos haitianos no tienen por qué saberlo, ellos solo aprovechan los cerca de 50 pasos fronterizos ilegales que existen en la frontera colombo ecuatoriana para llegar a nuestra región, sin ninguna clase de control. pero nosotros somos un departamento pobre, que a duras penas nos abastecemos nosotros mismos.
Nos parece que una buena solución en las actuales circunstancias sería la de implementar un corredor humanitario que les permita a los migrantes continuar su viaje. De lo contrario, su situación y la de nosotros será bastante difícil.
Esa es la razón por la cual no se dispone ni de los recursos ni de la logística, para darle albergue a estas personas en el departamento de Nariño, lo que ya está dando lugar a un delicado problema de carácter social, cuyas consecuencias podrían ser terribles.
Se trata de una situación en extremo difícil y que tiene muchas aristas, puesto que en nuestro medio la obligación es garantizarles los derechos a estos migrantes quienes buscan llegar a Estados Unidos y México, pero a la vez, también se les tiene que garantizar la tranquilidad a las personas de Pasto y de los diferentes municipios a los que los ciudadanos haitianos están llegando de manera masiva.
Ante este panorama es indudable que solos no vamos a poder atender esta emergencia migratoria que hoy nos invade y nos llena de inquietudes, puesto que se habla que en cuestión de horas por lo menos 4.000 haitianos estarán regados en la geografía nariñense.
Nos enfrentamos entonces a un episodio preocupante, en el que se ha puesto de manifiesto que los anunciados y “severos” controles en la frontera entre Colombia y Ecuador, en desarrollo del llamado ‘Plan Espejo’ solo existen en el papel puesto que este operativo no se está cumpliendo ni de parte de nuestro país, ni tampoco por las autoridades ecuatorianas, por lo que en estos momentos la frontera está convertida en un verdadero caos, donde además se han incrementado los casos delictivos.
Sabemos que los hermanos haitianos no tienen la intención de quedarse en nuestro territorio, puesto que como ya lo anotamos, su propósito es llegar a otros países.
Por ello nos parece que una buena solución en las actuales circunstancias sería la de implementar un corredor humanitario que les permita a los migrantes continuar su viaje. De lo contrario, su situación y la de nosotros será bastante difícil.

