Migración Colombia inadmitió a 105 extranjeros por turismo sexual en 2025

Durante 2025, Migración Colombia reforzó de manera significativa los controles migratorios en aeropuertos y pasos fronterizos terrestres con el objetivo de prevenir el turismo sexual y proteger a niñas, niños y adolescentes. Como resultado de estas acciones, la entidad inadmitió a 105 ciudadanos extranjeros que intentaron ingresar al país y que presentaban alertas, anotaciones o señales de riesgo relacionadas con delitos sexuales contra menores de edad. La mayoría de estos casos se concentraron en el segundo semestre del año, cuando se intensificaron los controles preventivos.

Según explicó la autoridad migratoria, la detección de estos viajeros fue posible gracias a entrevistas migratorias más exhaustivas, al trabajo articulado con la Policía Nacional y al intercambio de información con agencias homólogas internacionales. En varios procedimientos, los funcionarios identificaron inconsistencias en las razones del viaje, y durante las inspecciones de equipaje se encontraron elementos de carácter sexual, lo que activó alertas y llevó a negar el ingreso al territorio colombiano como medida preventiva.

Además de los casos relacionados directamente con turismo sexual, Migración Colombia presentó un balance general de inadmisiones y expulsiones durante 2025. En total, se registraron 3.368 inadmisiones por distintas causales migratorias y se ejecutaron 222 expulsiones por infracciones a la normativa vigente. Estas medidas se aplicaron en los principales puntos de control del país, tanto aéreos como terrestres, y estuvieron orientadas a reducir riesgos asociados a explotación sexual, trata de personas y amenazas a la seguridad nacional.

Entre las principales causales de inadmisión se destacaron la falta de documentación requerida (915 casos), la no presentación de visa cuando era obligatoria (638), el suministro de información falsa (478), razones vinculadas con soberanía o seguridad del Estado (425) y la ausencia de tiquete de salida del país (193). También se reportaron inadmisiones por agresiones o amenazas a funcionarios y personal de aerolíneas o salud (100), uso de documentos falsos (17), información proveniente de organismos de seguridad o inteligencia (96) y otras causales diversas (506).

En cuanto a las nacionalidades con mayor número de inadmisiones, el reporte indicó que los registros más altos correspondieron a ciudadanos de Venezuela, seguidos por Estados Unidos, República Dominicana, Cuba, México, Ecuador, China, Perú, India y Haití, además de otras nacionalidades que en conjunto sumaron casi mil casos. En los casos específicos de turismo sexual, la mayoría de inadmitidos fueron ciudadanos estadounidenses, principalmente en el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro, en Antioquia.

Respecto a las expulsiones, Migración Colombia informó que se aplicaron 222 medidas, principalmente contra ciudadanos venezolanos, seguidos por personas de República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Irán, México, Chile y España, entre otras nacionalidades.

La directora general de Migración Colombia, Gloria Esperanza Arriero López, explicó que estas acciones responden a una directriz directa del presidente Gustavo Petro, enfocada en fortalecer la protección de la niñez. En ese sentido, subrayó que el control migratorio no se limita a los aeropuertos, sino que continúa con operativos de verificación en hoteles, alojamientos y zonas turísticas, donde se busca prevenir cualquier forma de explotación sexual.

Arriero enfatizó que cada inadmisión y cada expulsión constituye una acción preventiva, orientada a cerrarles el paso a redes de turismo sexual y a proteger a los menores de edad en el país. Las medidas se ejecutaron en aeropuertos clave como El Dorado (Bogotá), José María Córdova (Medellín), Rafael Núñez (Cartagena) y Alfonso Bonilla Aragón (Cali), así como en pasos fronterizos estratégicos como Rumichaca, el puente Simón Bolívar, La Unidad, Puente Páez y Paraguachón, entre otros.

En síntesis, el balance de 2025 refleja un endurecimiento del control migratorio con un enfoque preventivo y de protección de derechos, particularmente de la niñez, mediante acciones coordinadas que buscan cerrarle la puerta al turismo de explotación sexual y reforzar la seguridad en los flujos migratorios hacia Colombia.