En esta segunda parte es importante corroborar que el dominio de los medios masivos de desinformación es de tanta intensidad y odio implícito que no se detiene ningún día puesto que su ira corroe el alma y los incita a promover noticias falsas a partir de hechos que, al interpretarlos, parecen negativos.
El primer caso es el tema de Guyana Esequibo que debía resolverse por el Acuerdo de Ginebra en 1966 a través de diálogos que Estados Unidos y Gran Bretaña han impedido al tener el control de dicho gobierno.
Mentira e insidia han aparecido en la televisión, radio y prensa, profusamente distribuida a nivel internacional haciendo ver que el presidente Nicolás Maduro está equivocado y debilita la democracia regional, aunque nada dicen de las bases que instalará USA en Georgetown, ni la exploración de empresas petroleras como la Exxon Mobil en territorios en disputa o creando temores de una guerra local, donde los “analistas” interpretan a su antojo.
Asimismo, en estas plataformas aparece el “aterrador plan que Putin tenía pensado para Ucrania”, planteando barbaridades que nada tienen que ver con la realidad e insistiendo en que intentará ocupar toda Europa. Después de ver como fue recibido en Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, antiguos siervos de Washington, queda por tierra la idiotez expuesta de que Rusia está totalmente aislada en el mundo.
Si unimos las “predicciones” de Bil Gates sobre el futuro de la humanidad y la inteligencia artificial o temas “importantísimos” como preguntarse cuál es la ciudad con el semen de mejor ‘calidad’ en el mundo según un estudio científico, lo que se propone es caos y delirio.
Lo fundamental es tomar conciencia que la información basada en intereses perversos, mezquinos, propios de la codicia y el poder, sin sentimientos afines a la bondad, debe ser develado en toda comunicación y quien lo descubra podrá tener la certeza de poseer un conocimiento más cercano a la verdad, objetivo de la verdadera inteligencia esencial desde lo humano.

