Por: Chucho Martinez
Yo, Gustavo Francisco Petro de la Divina Alcocer, en uso de mis facultades sobrenaturales me permito testar con la mejor testa del país, que, en honor a la verdad, la justicia y la reparación, acepto que son culpa mía, todos los males ocurridos en este mundo que termina mañana. Que aunque Colombia solo aporta el 0.2% de contaminación vamos a cambiar el clima globalizado. Soy culpable de la justa invasión de Rusia a Ucrania por revivir el nazismo.
Por mi culpa, por mi grandísima culpa evité que Uribe se amarrara una piola al cuello y se tirara al río Magdalena porque la paz es total, hasta con Uribe. Yo evité que se siguieran choreando los bienes decomisados por la SAE, la paz, regalías y Dian. Yo evité que ganara Hernández, más peligroso que un barbero con hipo. Yo paré la robadera de Comfamiliar nombrando un superintendente que no se deja presionar por la izquierda ni la derecha.
Por mi culpa se quemaron con pólvora 33 nariñenses, con el Berner 34. Yo inundé las vías a Linares y de 11 municipios más. A pesar de las piernas cruzadas no dejé terminar las vías a Barbacoas del Luis Eladio, a Taminango del Berner, Cumbal-Guachucal de los Enríquez, de Buesaco del Jhon, de la Cruz del Chiquito, de Samaniego del Gil, de Pasto del Erick y la doble a Popayán mía.
Yo salvé a Emssanar de los chirlazos del Mera y apoyé la constructora Zambrano y Cía. Subí el salario en 16% cuando el huevo subió 28%. Yo hice devolver 500 millones de la Secretaria de Cultura de Pasto y 43 mil millones de Potrerillo. Yo le jalé las orejas del Alcalde que se hizo el dormido y el gobernador el loco.
Yo y solo yo, soy culpable de que un chino se coma un chimbilaco, que el Bastidas repartiera contratos a diestra y siniestra -izquierda-, de que no hay 4 estaciones sino 2. De que las Nilsas hayan tirado la toalla por culpa del gobernador y el alcalde que quieren dejar sucesor (a).
Soy culpable de que Peñuela, Liliana y Teresa en Pasto hagan oposición al gobierno de Petro y en Bogotá sean cepillos. Que el Gil como la viuda prefieran el silencio cómplice porque también tienen ocupada la boca. Feliz año.
