Daniel Mendoza anunció a través de un video en su cuenta oficial de X que renunciaba al cargo de embajador de Colombia en Tailandia, ofrecido por el presidente Gustavo Petro. La decisión llega en medio de un intenso debate público y críticas relacionadas con publicaciones antiguas en redes sociales.
«Debo declinar su honroso ofrecimiento. Mil gracias y mil disculpas», afirmó Mendoza, dirigiéndose al mandatario. Durante su intervención, el periodista y escritor explicó que las publicaciones cuestionadas, realizadas hace más de una década en su cuenta @EldiabloesDios, formaban parte de la promoción de su primera novela, El diablo es Dios (2013). Según Mendoza, esos mensajes literarios representaban a los personajes de su obra, y no reflejaban su pensamiento personal.
«Es evidente que esos trinos eran expresiones literarias, no opiniones personales. La cuenta fue creada exclusivamente para promocionar mi libro», explicó. Mendoza también invitó a la defensora del Pueblo, Iris Marín, a reconsiderar sus acusaciones, calificándolas como calumniosas.
En el video, el escritor expresó su gratitud hacia el presidente Petro, quien le había manifestado su apoyo. Sin embargo, destacó que el impacto de las críticas lo llevó a declinar el nombramiento. «Aceptar esta embajada sería enterrar nuevamente mi grito, mi rabia y mi dolor», sostuvo.
Por su parte, la vicepresidenta Francia Márquez reaccionó con un mensaje en X dirigido al presidente Petro, en el que enfatizó que «las mujeres y las niñas merecen respeto y dignidad. Los principios no se negocian». Márquez cuestionó indirectamente la designación, argumentando que no era coherente con la lucha contra las violencias patriarcales.
El caso de Daniel Mendoza no solo refleja las tensiones internas dentro del gobierno, sino también las crecientes expectativas de transparencia y congruencia en los nombramientos diplomáticos de la administración.