Mataron a cuatro personas dos de ellos eran de Nariño

El sur del departamento del Cauca vuelve a ser noticia por cuenta de la violencia. En las primeras horas de la madrugada del pasado sábado, cuatro hombres fueron asesinados dentro de un amanecedero ubicado en la vereda Esperanzas del Mayo, zona rural del municipio de Balboa. El ataque armado fue perpetrado por sujetos desconocidos que irrumpieron en el lugar y dispararon sin piedad contra las personas que allí se encontraban.

Las víctimas mortales de este crimen han sido identificadas como Óscar Horacio Mera Vivas, de 45 años; Jonier Esteban Martínez Bolaños, de 23 años; Héctor Fabio Salazar Bolaños, de 25 años; y Carlos Daniel Sandoval Rodríguez, de 24 años y nacionalidad venezolana. Según información confirmada por las autoridades, tres de las cuatro víctimas eran oriundas del municipio de El Rosario, Nariño, y se encontraban en la zona por razones aún no esclarecidas.

Sangrienta escena

Testigos presenciales relataron que los sicarios llegaron en la madrugada, irrumpieron en el establecimiento y comenzaron a disparar de manera directa y sistemática. La escena del crimen dejó una profunda impresión entre los habitantes de la vereda, quienes aseguraron que los gritos y el estruendo de las balas rompieron abruptamente la calma nocturna.

“Fue algo terrible. Nadie se esperaba algo así. Estas personas estaban conversando, tomando algo, y de un momento a otro fueron atacadas”, señaló un testigo que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.

La masacre ha sido atribuida, de manera preliminar, a estructuras armadas ilegales que operan en esta convulsionada región del país, donde coinciden intereses de disidencias de las FARC, grupos narcotraficantes y bandas criminales dedicadas al control territorial.

Cadena de violencia

Este crimen se suma a una preocupante cadena de hechos violentos que han afectado gravemente a la región en los últimos meses. Solo en lo que va del año, el Cauca ha registrado múltiples asesinatos colectivos, desplazamientos forzados y amenazas contra líderes sociales, lo que refleja el deterioro de la seguridad en amplias zonas del departamento. La comunidad de Esperanzas del Mayo y familiares de las víctimas, especialmente desde El Rosario, Nariño, expresaron su dolor y frustración ante lo sucedido. En redes sociales y medios locales, se multiplican los llamados por justicia y por el cese de la violencia que, insisten, sigue afectando a personas inocentes.