P. Narciso Obando.

Más responsabilidad, mayor solidaridad

Han pasado más dos años desde que la pandemia ha estado afectando de muchas maneras nuestras vidas. Ante semejantes circunstancias algunas personas han manifestado capacidad de adaptación, calidad humana y solidaridad; mientras otras han mostrado mezquindad, egoísmo e irresponsabilidad. Bien lo dijo el Papa Francisco: De esta crisis saldremos mejores o peores, pero no iguales.

La constante aparición de nuevas variantes del virus Covid-19, suponen un mayor riesgo de contagio y una “cuarta ola”, que la estamos viviendo actualmente, nos desafían a mostrar más responsabilidad y una mayor solidaridad.

Mayor responsabilidad en el seguimiento de las medidas sanitarias y de bioseguridad, que nos permitan cuidar nuestra salud y de los demás. Se nos ofrece la opción de la vacuna, se nos da indicaciones de aforo, se nos pide el uso del tapabocas, gel y por supuesto el distanciamiento entre las personas, etc. En todo ello necesitamos mostrar más convicción y responsabilidad social.

Es de suma importancia que reconozcamos una vez más la ardua labor del personal de salud: Su entrega generosa en este tiempo de pandemia nos inspira y nos invita a una mayor solidaridad. Solidaridad con los más vulnerables, con las personas mayores que padecen aislamiento, con quienes no tienen a su alcance recursos médicos, con los que han perdido su trabajo, con los que pasan por una crisis familiar, con los que lloran la muerte de un ser querido… No olvidemos a estos hermanos que son los rostros de Cristo que sufre durante la pandemia, y que requiere de nuestro cuidado, ayuda y solidaridad.

Invitamos a la ciudadanía en general, en la medida de sus posibilidades, a dinamizar su labor de prevenir, acompañar y curar en medio de nuestra comunidad. Los exhortamos a establecer vínculos de colaboración entre las personas de buena voluntad.

Exhortamos al gobierno nacional, regional y local, así como a los organismos de salud del país, a un mayor diálogo con los profesionales de la salud y demás instancias competentes, que les permitan una toma de decisiones sabia y oportuna, que privilegie el cuidado de las personas por encima de intereses económicos o conveniencias políticas.

Pedimos no minimizar el riesgo de nuevas cepas o variantes del virus Covid-19, no desestimar medidas sanitarias y dar a la población información y orientación oportuna y clara.

Como Iglesia Católica nos comprometemos a seguir cuidando nuestros encuentros y espacios con responsabilidad, para que el cultivo de la espiritualidad y la práctica religiosa, tan necesaria en estos tiempos críticos, sea accesible y segura para todos.

Confiamos nuestro pueblo colombiano y el mundo entero a la Santísima Virgen María, para que su amor maternal nos inspire a la responsabilidad y nos alcance de Dios su auxilio y protección.

Por: Narciso Obando López, Pbro.