Cali (Colombia), 25 de diciembre (EFE). La lluvia no fue impedimento para que miles de personas se congregaran este jueves en la Autopista Suroriental de Cali y disfrutaran del desfile de más de 2.200 artistas en el tradicional Salsódromo, una gigantesca pista de baile donde los trajes coloridos y el ritmo salsero se llevaron los aplausos del público.
El evento marcó el inicio de la 68ª edición de la Feria de Cali, la celebración más importante de la capital del Valle del Cauca, bajo el lema ‘Del barrio pa’l mundo’, un homenaje a la transformación cultural de la ciudad y a su reconocimiento como la capital mundial de la salsa.
“Ahora sí podemos decir que arrancaron los seis días más alegres para los caleños, donde la reconciliación será clave para unirnos entre propios y extranjeros y decirle al mundo que Cali es el lugar donde hay que estar”, afirmó el alcalde de Cali, Alejandro Eder.
El desfile comenzó con el bloque ‘Cali a vapor’, que evocó los orígenes de la salsa y su relación con el desarrollo económico de la ciudad a través de los antiguos sistemas de transporte. A continuación, ‘El tren de cercanías’, protagonizado por niños, simbolizó la esperanza de progreso y transformación para la capital vallecaucana.
El tercer bloque rindió homenaje a la Cali deportiva y a los eventos internacionales que han posicionado a la ciudad en el escenario global. “Es impresionante cómo cada año se aprecia la evolución de la salsa. En estos días de feria nos unimos y dejamos de lado las diferencias para encontrarnos en una sola fiesta”, expresó Lucero Mendoza, aficionada a la salsa y asistente habitual de la feria.
Posteriormente, el cuarto bloque estuvo dedicado a la mujer y la identidad, resaltando su fortaleza, liderazgo y papel fundamental en la construcción cultural de Cali, principal ciudad del Pacífico colombiano.
El cierre del desfile llegó con la fiesta del pueblo, una evocación de las celebraciones barriales que dieron origen a la gran festividad colectiva que hoy representa la Feria de Cali. “Es cierto que aquí nadie se queda quieto; el ambiente es increíble y la salsa se siente en cada rincón. Estoy feliz de vivir esta experiencia por primera vez”, comentó Sofía Aponte, turista proveniente de Panamá.
La sección denominada ‘salsa y control’ estuvo a cargo de Ángel Lebrón, uno de los fundadores de la orquesta Los Hermanos Lebrón, quien revivió clásicos que hoy hacen parte de la banda sonora de la ciudad.
La programación de la Feria de Cali se extenderá hasta el próximo martes, con actividades tanto en la zona urbana como rural, de las cuales el 90 % son gratuitas.
“¡Que todo el mundo le cante a Cali! Los recibimos siempre con los brazos abiertos”, concluyó el alcalde Eder.

