Más allá de una celebración

Christian Benítez Ramírez

Cada 8 marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una “celebración” que en la actualidad se ha convertido en un hecho comercial más, en donde el consumismo se ha apoderado de esta fecha tan importante para las mujeres y la sociedad. Entregar una rosa, dar un presente, son acciones reiterativas para “felicitar” a las mujeres. Pero, ¿Sabemos por qué se conmemora este día?

Se conmemoran las luchas femeninas por el reclamo de sus derechos, su incansable perseverancia para lograr la igualdad entre los géneros, su fortaleza contra el machismo y sus procesos de visibilización ante el mundo y la sociedad. Esta conmemoración fue formalizada por Naciones Unidas en 1975 con el propósito de reconocer y visibilizar los años de combate en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo de las mujeres.

Este día tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en la expansión del mundo industrializado, en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz. Para ese entonces, la vida de las mujeres estaba llena de limitaciones que iban desde no tener derecho al voto hasta no poder manejar sus propias cuentas, ni educarse.

Una de las primeras manifestaciones por esta situación se dio en 1848, cuando las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres. Durante este evento exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para el colectivo.

El 8 de marzo de 1908, un suceso transcendental marcó la historia del trabajo y la lucha femenina, 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su trabajo. El motivo, la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas, un salario igual al de los hombres y mejores condiciones de trabajo.

El primer Día Nacional de la Mujer se celebró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909, cuando se convocó la huelga de los trabajadores textiles y mujeres del Partido Socialista. Este movimiento se ha extendido por todo el mundo y continua hasta la actualidad, por ello no se celebra, sino que se conmemora es decir “recordar solemnemente algo o a alguien, en especial con un acto o un monumento”.

Esta conmemoración a mi parecer no debería ser durante un día sino durante todo el año, en donde cada uno de nosotros y nosotras aporte desde su espacio a esa reivindicación de derechos, que permita construir un mundo más justo e igualitario.

Por: Christian Benítez Ramírez

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