Manuel Eraso

‘Manual del manzanillo, versión 2022’

Ismael Botina popular maestro Buchón, presenta su afamado folleto titulado ‘Manual del manzanillo, versión 2022’, trabajo investigativo fruto de la experiencia vivida por el autor, a lo largo de cuarenta campañas electorales. Cada vez que hay elecciones, sale al mercado este librito de 40 páginas, similar al almanaque Bristol, es una guía de primera mano para que los candidatos y los lectores sepan cómo funciona la mecánica electoral.

El ‘Manual del manzanillo 2022’ se convierte en un libro de obligada consulta, apenas sale al mercado, se agota como pan caliente. Se actualiza siempre, porque ”la política es dinámica”.

El Manual está compuesto por tres grandes capítulos: la parte dogmática, los artículos y ejercicios de práctica.

En cuanto la parte dogmática, busca favorecer a esos mequetrefes que se las pican de líderes y aprovechan el momento electoral para sacar su mejor tajada. Por eso, sin tanta explicación, conozcamos sus artículos para ponerlos en ejecución:

Definición: Manzanillo, dícese de aquel ciudadano que sin conocer nada de la política anda de sede en sede, caminando como pavo real, aparentando ser líder. Debe ser una persona sin oficio definido, viringo, pero bueno para engatusar a candidatos.

Método: el manzanillo llega a cualquier sede política, y con voz de mando dice a los asistentes: “Vengo a hablar directamente con el candidato. Yo no admito hablar con mandos medios”. Esto da resultado, porque en la mayoría de las campañas quienes atienden a la gente son inexpertos y hacen seguir al personaje directamente con el candidato o candidata.

Una vez dado este paso, el trato debe ser de absoluta confianza, ¡Hola!, qué gusto saludarte… Yo soy líder de la comuna tal, mi influencia en la comunidad es ponderada. Me han buscado de otras campañas, pero preferí venir a hablar para que podamos entendernos de tú a tú.

Es indispensable usar términos rebuscados como: cifra repartidora, umbral, censo electoral, potencial regional, etc.

Estando de frente le manifiesta que es un líder reconocido que cuenta con más de mil votos.

El manzanillo debe ser audaz. Antes de dialogar con el candidato o candidata ya cuenta con una serie de datos familiares, tales como nombre de la esposa, hijos, detalles que descresten. Y si descubre el nombre de la ‘tiniebla’, mucho mejor.

Antes de esta entrevista se ha hecho tomar fotos en reuniones grandes para demostrar que no es un aparecido.

Manzanillo que se respete debe tener en su ropero por lo menos cinco o seis chaquetas de candidatos que pretende engatusar.

En medio de la charla le dirá al candidato que los votos que ofrece son fijos. Esta palabra, “fijos”, es clave. Dirá más adelante que no necesita plata para ayudar, solo pide para la logística. Otra palabra clave, “logística”.

Una vez recibe el dinero de la logística se cambia de chaqueta y sale corriendo a otra sede a descrestar a otro incauto candidato.

Gracias a Dios hay candidatos que cada dos años se dejan desplumar en elecciones. ¡Viva la democracia!

Por: Manuel Eraso