Tajumbina es un mágico encanto, las aguas de este rio rompen la roca para formar una majestuosa cascada que es la voz y la palabra eterna de la memoria, es el canto de los duendes, la palabra de la Turumama, es una chorrera vestida con los colores del arco iris, es permanente su palabra para sanar los silencios y las soledades humanas, es la voz eterna del territorio para reclamar justicia social, salir del olvido y permanecer viva, en el corregimiento de Tajumbina , en el acogedor y amistoso municipio de La Cruz, al norte de la ilusión de ser un mejor territorio, en el departamento de Nariño, entre el verde de sus montañas que se abrazan con el complejo volcánico de los volcanes Las Ánimas, Petacas y Doña Juana, para que la vida enflore y sea vivida por las comunidades de La Cruz, la Ciudad Maestra, Gentil, Señorial y Galana.
Es así como el rio Tajumbina rompe el olvido, la desigualdad, la injusticia y la exclusión, taladra la roca eterna para precipitarse con toda su fuerza y proclamar la vida de unos pueblos hermanados con la vida y cuya histórica deuda social debe ser pagada por un Estado Colombiano centralizado en su burocracia, olvido y desdén.
Cuentan las palabras de la memoria que el lugar donde están actualmente los baños termales de Tajumbina era propiedad del señor Sofonías, que lo vendió a un ilustre personaje cruceño, Don Fenelón Ordoñez, quien a su vez lo donó al municipio de La Cruz. Que en los años de 1990 se descubrió un cementerio indígena en Tajumbina, perteneciente a los complejos Piartal y Tuza, estatuaria lítica que puede dar cuenta de la expansión del poderoso imperio de los Incas, hasta el límite del Angasmayo. No faltó el saqueo y la guaquería, sin embargo, en el trabajo de salvamento realizado por el arqueólogo Felipe Cárdenas Arroyo se logró precisamente salvar algo que el rector del colegio Agropecuario Miguel Ángel Rangel, en Tajumbina, Javier Muñoz Delgado, quiere y busca que llegue a ser un museo vivo para que las comunidades conozcan su propia historia y fortalezcan su sentido de pertenencia al territorio.
En el himno del municipio de La Cruz, cuya letra y música fue autoría del señor Miguel Ángel Rangel, adoptado por acuerdo del Concejo Municipal número 023 del 29 de noviembre de 1997, dice que “Recostada al pie de Doña Juana se destaca cuan bella una luz, muy gentil, señorial y galana, la sultana del Valle, una Cruz”. Luz que alumbra la mágica, encantadora y encantada chorrera de los baños medicinales y termales, visitados permanentemente por las familias, comunidades y personas en busca de un alivio para algunas enfermedades, sus soledades, sus cansancios, sus dudas e incertidumbres.
Mágico Tajumbina encantador, eres la huella del tiempo en la vida de las comunidades chinchanas del territorio de La Cruz, siempre estás ahí, como testimonio vivo del arco iris que te abraza para pintar en tus aguas los hermosos colores de la diversidad y así entendernos y convivir en paz.
Pasarán los años, pasarán las vidas, los tiempos tal vez se llenarán de olvido y tus aguas golpearán siempre las rocas de la madre tierra, de la pacha mama, para sobrevivir al olvido, a la injusticia social, a la exclusión burocrática y reclamar incansablemente que tus comunidades tienen el pleno derecho a la dignidad.
Por: Emilio Coral Ojeda

