El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó este miércoles al secretario general de la ONU, António Guterres, sobre lo que calificó como una “escalada de amenazas” por parte del Gobierno de Estados Unidos, tras el anuncio de un “bloqueo total” a buques sancionados que transporten petróleo venezolano. La conversación se realizó por vía telefónica, según un comunicado de la cancillería venezolana.
Durante la llamada, Maduro criticó los comentarios del mandatario estadounidense, Donald Trump, en los que habría afirmado que el petróleo, las riquezas naturales y el territorio venezolano le pertenecen, declaraciones que el presidente venezolano consideró una “amenaza directa a la soberanía, al derecho internacional y a la paz”. Además, señaló que estas acciones podrían tener “graves implicaciones para la paz regional” y denunció lo que llamó “hechos de piratería moderna” y un asedio político, diplomático y económico contra su país, junto con una campaña de desinformación y amenazas militares.
Por su parte, Guterres resaltó la necesidad de “evitar cualquier escalada o confrontación” y advirtió que un conflicto armado en la región sería “injustificado y estéril”, con graves consecuencias para la estabilidad de América Latina y el Caribe. El secretario general aseguró que dará seguimiento a la situación y promoverá esfuerzos de desescalada.
El contexto de tensión se intensificó recientemente luego de que militares estadounidenses incautaran, el 10 de diciembre, un buque cisterna sancionado por el Departamento del Tesoro, cargado con entre 1 y 2 millones de barriles de crudo venezolano, hecho que Caracas calificó como un “robo descarado”.
El martes, Trump anunció formalmente el “bloqueo total” contra los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, justificando la medida al argumentar que el régimen de Maduro utiliza el petróleo para financiarse y apoyar actividades ilícitas como el narcoterrorismo, la trata de personas, asesinatos y secuestros.
Esta conversación entre Maduro y Guterres se produce en un contexto de creciente tensión en el mar Caribe, donde Estados Unidos ha desplegado fuerzas aeronavales en operaciones que Caracas considera una amenaza directa a su soberanía.