El 9 de mayo de 1945, falleció en Pasto, donde había nacido, Lucindo M. Espinosa, constructor, arquitecto, autodidacta y genial realizador del más atrevido y bello santuario de América, hoy considerado el más bello del mundo, el nuestra Señora la Virgen de Las Lajas, cuyos planos elaboró y dirigió desde 1936 hasta 1943, cuando lo reemplazó su hijo Julián Espinoza González.
Es por lo tanto un arquitecto pastuso que dirigió la última etapa del Santuario de Las Lajas. Que es una catedral de estilo gótico, atrapada entre las peñas del cañón del río Guáitara de Ipiales, frontera con el Ecuador.
La construcción finalizada en el año de 1949, cuatro años después de la muerte de Lucindo Espinosa, incluye una escalinata de 176 peldaños y un largo puente flanqueado por monumentos de ángeles.
Sobre Espinosa es interesante anotar que sus estudios básicos los realizó en la escuela de Santo Domingo para luego, más tarde dedicarse a la construcción.
Dominaba perfectamente todas las artes del oficio de constructor, formándose como arquitecto autodidacta. Su sapiencia fue reconocida nacionalmente, de tal manera que el Consejo Nacional de Profesional Ingeniería, le otorgó la matrícula profesional que lo acreditaba para ejercer como arquitecto práctico.
«Un arquitecto pastuso dirigió la última etapa del Santuario de Las Lajas. Que es una catedral de estilo gótico, atrapada entre las peñas del cañón del río Guáitara de Ipiales, frontera con el Ecuador».
Por su arte es considerado el máximo representante de la arquitectura republicana y moderna nariñense. Por eso, con su firma, también se puede mencionar otras construcciones como el Pasaje del Sagrado Corazón, la Iglesia de la Merced, en Pasto y el templo de Ancuya.
Lucindo Espinosa es, por lo tanto, un arquitecto y ebanista colombiano nacido en Pasto, conocido por erigir el Santuario de Las Lajas, junto al ecuatoriano Gualberto Pérez, que es una catedral de estilo gótico atrapada en las paredes del cañón Guáitara de Ipiales, municipio colombiano muy cercano a la frontera con Ecuador. La construcción finalizada en el año 1949, cuatro años después de su muerte, incluye una escalinata de 276 peldaños y un largo puente flanqueado por ángeles. Sus estudios básicos los realizó en la escuela Santo Domingo, y más tarde se dedicó a la construcción, llegando a dominar perfectamente los fundamentos de este oficio.
Máximo representante de la arquitectura republicana y moderna nariñense, son notables igualmente otras construcciones con su firma, como el Pasaje Corazón de Jesús (Pasto Nariño, 1934), el Templo de Ancuya (Nariño, 1937) y la Iglesia La Merced (Nariño, 1942).
A propósito de Las Lajas es importante narrar que, en la construcción del magnífico templo gótico, de la bella catedral de hoy, hay varias etapas. Son cuatro etapas que vale la pena recalcar.
La primera fue la construcción de una choza de madera y paja, que duró unos 40 años, por allá en 1754, atribuida a fray Gabriel Villafuerte.
La segunda es la construcción de un templo por el cura Eusebio Mejía en 1769, que duró unos 7 años.
Entre 1859 y 1893 se construye un templo por el padre José María Burbano y Lara.
Como cuarta etapa se proyecta la construcción de una plazoleta. De allí el 1 de enero de 1916 de bendice la primera piedra del templo que construye Lucindo M. Espinosa, acompañado con el constructor ecuatoriano Gualberto Pérez quien reelabora el proyecto del primero, incluyendo tres series de galerías, que se quedaron en proyectos.
POR: GUILLERMO NARVAEZ

