La violencia en regiones como el Catatumbo, en el noreste de Colombia, sigue generando alarma en diversas áreas del país. Varios representantes a la Cámara, que hacen parte del Curul Especial de Paz, expresan su creciente preocupación por los recientes hechos de violencia en esta zona del país, especialmente por el temor a que dichos actos se trasladen a otras regiones, como la Costa Pacífica nariñense.
El representante a la Cámara por Nariño en el Curul Especial de Paz, Jerson Lizimaco Arizala, ha sido uno de los principales líderes en esta lucha. Lizimaco ha destacado la urgencia de crear políticas públicas que no solo eviten la propagación de la violencia, sino que también favorezcan la paz duradera en la región. En este sentido, el congresista ha venido impulsando importantes iniciativas con el Estado para prevenir que los fenómenos de violencia que azotan el Catatumbo se reproduzcan en el Pacífico nariñense.
Sesión
Recientemente, los integrantes del Curul Especial de Paz fueron convocados a una sesión especial para analizar el impacto de las políticas de seguridad en el país, específicamente el Decreto de Conmoción Interior. Lizimaco aprovechó la ocasión para destacar la necesidad de que el Estado colombiano asuma compromisos más concretos con las regiones más vulnerables, como el Pacífico nariñense, con el fin de evitar que se repitan las situaciones de inseguridad que vive actualmente el Catatumbo.
“El Estado colombiano debe programar acciones claras y con recursos para desarrollar los acuerdos con cada una de las comunidades, y de esta manera, evitar los problemas que actualmente se viven en el Catatumbo. La presencia del Estado es clave para que los grupos armados no sigan actuando como lo han hecho en otras regiones del país”, afirmó el representante Lizimaco.
El congresista también subrayó la necesidad de realizar inversiones significativas en el sector agrícola, dado que esta actividad es uno de los pilares de la economía de la región. Lizimaco hizo un llamado para consolidar acuerdos mediante el diálogo con las comunidades, ya que este es el camino hacia la transformación de los territorios y la disminución de la violencia.
Atención
Según él, solo a través de la consolidación de un modelo económico sostenible y de la atención a las necesidades sociales, se podrá frenar el impacto de la guerra en los habitantes del Pacífico nariñense.
Además, Jerson Lizimaco se mostró optimista respecto a los esfuerzos que se están realizando para encontrar soluciones efectivas. “Estamos trabajando de manera incansable, somos 16 representantes de víctimas y estamos comprometidos con encontrar soluciones positivas junto al Gobierno Nacional. Nuestro objetivo es mitigar las problemáticas sociales que afectan a las comunidades y lograr la paz que tanto anhelamos”, aseguró.
Necesidad
El representante a la Cámara destacó que, como parte de esta estrategia, es fundamental la presencia anticipada del Estado en las regiones afectadas por el conflicto. Esta presencia no debe limitarse a intervenciones de carácter militar, sino que debe estar acompañada de una acción institucional que atienda las necesidades de las comunidades y promueva el respeto de sus derechos.
Finalmente, Arizala ha enfatizado la importancia de impulsar proyectos sostenibles en las regiones afectadas por la violencia. Según él, este tipo de iniciativas son fundamentales para transformar las condiciones de vida de las comunidades y garantizar que las futuras generaciones puedan vivir en paz. “Le estamos apostando a la paz, pero también a un desarrollo económico que sea respetuoso con el entorno y que promueva la igualdad de oportunidades”, concluyó.