En una época donde la juventud muchas veces se enfrenta a contextos difíciles y falta de oportunidades, la historia de Jacobo y Jerónimo Portilla Legarda se alza como un faro de esperanza, compromiso y superación. Estos dos hermanos, orgullosamente nacidos y formados en Pasto, han logrado destacar en el ámbito académico y personal gracias a un trabajo constante, el apoyo familiar y valores sólidos que han guiado su camino.
Jacobo Portilla Legarda, de 21 años, está a punto de convertirse en ingeniero civil, egresado de la prestigiosa Universidad de los Andes, en Bogotá. No solo ha sido uno de los mejores estudiantes de su cohorte, sino que también fue galardonado con el premio a la mejor propuesta técnica en la asignatura de Proyectos, gracias a un innovador diseño para la construcción de un estadio moderno y sostenible.
Su camino de excelencia comenzó en el Colegio Bethlemitas de Pasto, donde se graduó en 2020 con el mejor puntaje del ICFES de su generación. Este logro académico le permitió obtener una beca para continuar sus estudios superiores en una de las universidades más destacadas del país. Actualmente, Jacobo se prepara para iniciar una maestría en Diseño Estructural, motivado por su pasión por la ingeniería y su deseo de aportar al desarrollo de infraestructuras de alto impacto social.
Por su parte, su hermano menor, Jerónimo Portilla Legarda, de apenas 16 años, también ha dejado huella en el ámbito académico. Recién egresado del mismo colegio, Jerónimo obtuvo el mejor resultado del ICFES de su promoción, un hito que refleja su inteligencia, disciplina y dedicación.
Amante del fútbol y declarado hincha del Deportivo Pasto, Jerónimo formó parte de la escuela del equipo local y sigue con entusiasmo los encuentros del conjunto volcánico. Su amor por los números y la tecnología lo ha llevado a proyectar su futuro profesional en la Ingeniería Industrial y la Ciencia de Datos, dos campos que considera clave para resolver problemas reales y generar cambios positivos en la sociedad.
Más allá de sus notables logros, lo que realmente distingue a estos jóvenes es su compromiso con los valores familiares, la humildad y el orgullo por sus raíces pastusas. Ambos coinciden en que el esfuerzo constante, la organización y el apoyo mutuo han sido fundamentales para alcanzar cada meta que se proponen.

