Hernán Insuasti Gonzales (Acord)
En este año nos tocó mirar los cuadrangulares semifinales de la Liga colombiana a través de la televisión. Esto teniendo en cuenta que nuestro Deportivo Pasto fracasó en el intento por clasificar.
Como observador miro que se conformaron unos grupos totalmente opuestos en cuanto a competitividad, al menos eso es lo que uno puede deducir teniendo en cuenta la trayectoria de unos equipos y el protagonismo reciente de otros en el balompié de nuestro país.
Me refiero a que en el cuadrangular A está el más ganador como es Atlético Nacional, el cual además es el máximo exponente de Colombia a nivel internacional. Hace parte de la llave Independiente Medellín, el cual si lo juzgamos por el presente es el que mejor juego ofensivo exhibe, teniendo mucho por corregir en la defensa, lo cual ya comenzó a darse a partir de que su rival de patio le aplicó una goleada de marca mayor (5-2) en la fase Todos contra todos.
Está Junior de Barranquilla, que, por la conformación de su nómina, a pesare de la irregularidad en su juego, es un fuerte competidor en estas instancias. Finalmente está América, el cual de manera increíble aparece como la ‘cenicienta’ del grupo, a pesar de que nadie desconozca su trayectoria, pero sabemos que en este torneo ha tenido que sufrir un tremendo desgaste para salir del último lugar hasta llegar al octavo puesto de la mano del técnico David González.
En el Grupo B hay equipos yo diría catalogados como de un nivel intermedio. Independiente Santa Fe tiene historia y es el reciente campeón, pero pareciera que nunca ha tenido un rótulo de club grande y de nómina que meta miedo. A esta escuadra se la abona siempre la garra que lo ha llevado a conseguir muchos títulos y ahora entró a los cuadrangulares sin sobrarle nada, tal como le pasó en el primer semestre.
Aquí está Deportes Tolima que asoma la cabeza pidiendo que se lo catalogue como equipo grande, pero tal vez su hinchada y muchos aspectos más lo lleva a estar lejos de ese rótulo. Hizo una buena campaña y cuenta con un técnico moderno, por eso, quiero que sea el finalista por esa llave.
Fortaleza es un ejemplo de organización y con un técnico joven, acompañado de jugadores de poca trayectoria, seguramente seguirá dando mucho que hablar en la competición.
Finalmente está Bucaramanga, un equipo chico que se considera grande, pero que tiene un entrenador de lujo como Leonel Álvarez, quien con una importante nómina no se lo puede descartar.