Por: Rober Atis Bernal
En Colombia y el mundo existe gente que le gusta disociar ya sea de empresas o de personas, con el fin de hacer quedar mal, sin tener en cuenta que antes de conocer a x persona o entidad, les dieron la mano para mejorar su calidad de vida.
Somos tan desagradecidos que después de tantos meses y años de trabajo, tenemos esa discordia de salir a contar a la calle no lo bueno si no lo malo que se vivió, a eso lo llamo traición.
Incluso, somos tan malos compañeros, que hasta comentamos las cosas malas a terceras personas que dicen ser sus ‘amigos’, con tal de hacer ver las cosas negativas de las personas y de las empresas. Jamás contamos las buenas experiencias.
Es más, hay gente que se cree tan profesional, pero al mismo tiempo bochincheros, de nada sirve ese talento que por cualquier tema que lo disocie daña la imagen de empresas y personas, también puede dañar su personalidad.
Hay profesionales de profesionales, que no soportan las políticas de las entidades que de cualquier manera toca adecuarse a esas medidas con tal de cumplir el objetivo del empresario, así mismo cumplir con nuestro trabajo asignado.
Soy enemigo de la gente que, por cualquier problema o mal entendido en la empresa o compañeros de trabajo, salgan a desfogarse en las redes sociales utilizando perfiles falsos para hablar mal de los demás.
Recomendaría, que antes de desfogar esa rabia en las plataformas digitales, deberían ser caballeros o damas, y hablar de frente y decir las cosas que no le gusta, pero salir a disociar, diría que no es un buen profesional.
Antes de salir a escribir o hablar mal en redes o con amigos de las empresas y compañeros, deberían ser agradecidos por el momento en el que aprendieron algo nuevo de esas entidades y personas.
Nadie somos monedita de oro para caerles bien a todos, así mismo si no nos adaptamos en las empresas, simplemente es renunciar y salir por la puerta grande sin necesidad de hablar mal de los demás, sino entender de que si aprendió algo nuevo.
Cada persona debería ser agradecido de cualquier entidad sin importar de las medidas y políticas que manejen, solo es cuestión de tiempo para adáptese y aprender cada día que pasa de los demás. Recuerdo de este refrán que me dijo un abogado “cada loro en su estaca”.

