«Lluvia de arañas»: Un fenómeno natural en Brasil

Las imágenes de un fenómeno peculiar han causado revuelo en las redes sociales. Millones de internautas se han preguntado si es real y qué lo provocó. Se trata de la ‘Lluvia de arañas’, un evento que ha asustado a muchos en São Thomé das Letras, en el estado de Minas Gerais, Brasil.

El origen del fenómeno

El evento ocurrió en diciembre de 2024, cuando cientos de arañas comenzaron a caer del cielo, sorprendiendo a los habitantes locales. La activista medioambiental Bruna Naomí captó el momento y lo compartió en redes, explicando que esto sucede en esa zona durante el verano. Las arañas tejen una telaraña gigantesca que cruza la carretera, donde pasan el día descansando y se dispersan por la tarde.

Las arañas Parawixia Bistriata

Las protagonistas de este fenómeno son las Parawixia Bistriata, también conocidas como arañas ñandutí. Esta especie es sociable y no representa peligro para los humanos. Trabajan en equipo para crear telarañas casi imperceptibles al ojo humano, lo que da la impresión de que caen del cielo. Estas telarañas gigantes les permiten cazar presas y protegerse de depredadores durante la época de altas temperaturas.

Función ecológica y seguridad humana

Además de no ser peligrosas, estas arañas son esenciales para el equilibrio ecológico, ya que regulan las poblaciones de insectos y favorecen la biodiversidad del ecosistema. Este fenómeno ha sido observado principalmente en Brasil, pero también en otros países de América del Sur.

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El Impacto del cambio climático

La ‘Lluvia de arañas’ no es un fenómeno nuevo. Se observó por primera vez en 2019 y algunos científicos sugieren que podría estar relacionado con el cambio climático y la transformación de hábitats naturales.

Conclusión: Un suceso fascinante y seguro

Aunque el fenómeno puede parecer aterrador, la explicación es menos alarmante. Las arañas parawixia bistriata tejen telarañas masivas para cazar y protegerse, creando la ilusión de una lluvia de arañas. Este evento natural, además de curioso, es inofensivo para los humanos y esencial para mantener el equilibrio ecológico.