En Colombia el pasado 19 de junio de 2022 millones de colombianos celebraron el histórico triunfo de Gustavo Petro como nuevo presidente y Francia Márquez como la primera vicepresidenta afro. Los ciudadanos le apostaron a quien dicen ser ellos “el cambio” y quienes serán los encargados de representar y gobernar al territorio nacional con ímpetu y transparencia.
“Merecemos vivir con dignidad, con derechos, con justicia social y merecemos vivir cuidando la casa grande”, señaló Márquez luego de recibir la credencial como vicepresidenta, en un “momento que para el pueblo negro es un acto de justicia racial y que para las mujeres es un momento de justicia de género”.
Petro, por su parte, insistió en la idea de un “gran acuerdo nacional”, para lo que mencionó que ha invitado simbólicamente a su rival en las urnas, Rodolfo Hernández, y al expresidente Álvaro Uribe, de quien ha sido el principal opositor, para hablar sobre temas del país.
Mucho se ha especulado sobre este encuentro, crucial y a la vez, digámoslo, histórico. Petro y Uribe dos polos opuestos que han venido en una lucha constante entre el odio y la rivalidad. Ahora tienen la oportunidad de establecer un dialogo asertivo, en la que deben dejar a un lado las diferencias y empezar a construir y no destruir, ya no es momento de enemistades, es tiempo de cambiar la historia del país.
El encuentro ha sido tomado por agrado por varios colombianos, ven este escenario como un camino importante para frenar la polarización. Cabe resaltar también que para muchos no ha caído muy bien, como lo es el partido del Centro Democrático el cual ha manifestado ser la oposición para el gobierno de Petro. Si puedo decir que hay gran expectativa de lo que pueda acontecer después de dicho diálogo.
Esperemos que las palabras no se las lleve el viento y que el gran acuerdo nacional como lo dice Gustavo se haga realidad y cumpla las expectativas del pueblo colombiano en pro de una Colombia mejor, con oportunidades de cambio, transformación social y llevar al territorio como él lo dice, a una gran potencia mundial.
Por: Joan Sebastián Gómez.