Por: Chucho Martínez
Desde que existe el sistema capitalista siempre ha registrado crisis cíclicas, recurrentes, que generalmente son de sobreproducción de mercancías y ausencia de compra, es decir de demanda. Hoy la crisis es por mucha demanda.
La crisis de hoy es por cuenta de la financiarización, su mayor frecuencia y generalización en tiempo real por la interdependencia globalizada y la interconexión informática. Además, hay fenómenos mundiales comunes que caracterizan el entorno de la crisis económica que vive Colombia como los comienzos de la recesión económica originada en los EE.UU, altos índices inflacionarios en todos los países desarrollados, devaluación descontrolada de todas las monedas del mundo respecto el dólar y la guerra en Ucrania.
Si los EE.UU. estornuda al mundo le da gripa, más aún si toda la economía mundial está intermediada por el dólar como equivalente universal; por eso, cuando la Reserva Federal de ese país decide elevar las tasas de interés para controlar su inflación, encarecen el capital para que baje el consumo. Lo mismo están haciendo los demás países, incluido Colombia.
«Colombia es vulnerable, a los vaivenes de la economía mundial, especialmente de la de EE.UU y demás países con los que ha suscrito TLCs en condiciones leoninas para la soberanía».
No todos los países asimilan la crisis por igual; por ejemplo, la inflación de Bolivia es del 1.6% porque tienen una economía cimentada en una fuerte producción nacional interna, incluida la de los alimentos. En cambio, la de Colombia es del 11,4%. Lo mismo pasa con el comportamiento de la tasa de cambio peso/dólar que en Colombia se ha devaluado en un 26%, Chile 12%, Sri Lanka es del 43,8% y la lira turca en 23,5%.
Se explica porque Colombia se desindustrializó, se desagriculturizó y se tercerizó -con informalización-, quedando a merced de exportaciones de materias primas e importaciones de maquinaria, equipos, tecnología, manufacturas y alimentos que se pagan en dólares. En suma, Colombia es vulnerable absolutamente, a los vaivenes de la economía mundial, especialmente de la de EE.UU y demás países con los que ha suscrito TLCs en condiciones leoninas para la soberanía.
El FMI tiene razón cuando recomienda que «Las prioridades de política económica son restaurar la estabilidad de los precios y mantener la sostenibilidad fiscal, además de proteger a los grupos vulnerables”. Sépase que la inflación es 2% más alta en los pobres.
Nota: Según el Dane, la inflación en Pasto es del 8.85% cuando la nacional es del 11,44%. ¿Será?

