El próximo 30 de abril se celebrará en Colombia el ‘Día de la niñez y la recreación’, promulgado por el Congreso de la República en el año 2001.
Ya son más de 20 años que se festeja este día a la infancia del país (el último sábado de abril) pero no es mucho lo que se esté haciendo, tanto desde el Gobierno como de los mismos hogares, para lograr que se cumplan los derechos que todo niño y niña tienen, para crecer sanos y fuertes, alejados de los maltratos y la violencia, conviviendo en paz.
Sin duda son alarmantes las estadísticas de maltrato infantil que hay en Colombia.
Qué decepción tan grande la que sentimos muchos al saber que todavía existen personas ignorantes que piensan que a los menores de edad se los educa a través de los golpes y los insultos.
Y eso que si se cuenta los casos de maltrato que nunca son denunciados, me imagino que la cifra podría triplicarse.
Desde ya los organismos gubernamentales, planteles educativos, deberían intensificar campañas en todo el país para evitar que más infantes sean maltratados.
«Maltrato infantil son los actos y las carencias que afectan gravemente el desarrollo físico, psicológico, afectivo y moral del niño o niña, ejecutados por los padres o cuidadores o personas adultas alrededor de él o ella» indicó el Consejo Europeo, haciendo un llamado de atención a los países del mundo entero para que concienticen a la humanidad de la gravedad generada por el maltrato a la infancia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que el maltrato y abuso infantil es un problema universal alarmante que requiere de una absoluta implementación de medidas a nivel familiar, nacional e internacional, ya que cada año dicha problemática va ocupando un lugar más alto en la escena pública y política mundial.
Por lo tanto, es algo que no debe pasar desapercibido y si usted sabe de un menor de edad que esté siendo maltratado y abusado, avise de inmediato a las autoridades competentes.
Si se enseña a punta de maltratos, se está enseñando a maltratar. Cada niño o niña que crece en un ambiente violento, cuando sea adolescente o adulto, será una persona maltratadora y después sus padres se quejarán diciendo “mis hijos no me respetan”. Y cómo quieren que los respeten o los traten bien, si ellos los educaron a punta de ‘garrote’ y groserías.
Por: Jaime Goyes Andrade

