Llamado a la acción por mejoras comunitarias

En un esfuerzo por mejorar las condiciones de vida en el barrio Cantarana, Jesús Otero, actual presidente de la Junta de Acción Comunal, ha tomado la iniciativa de organizar actividades que aborden las problemáticas que afectan a los residentes.

 Sotero, quien trabaja de manera independiente, se ha comprometido a ser la voz de su comunidad en momentos críticos. La situación más urgente que enfrentan los habitantes es el exorbitante aumento en los recibos del gas domiciliario, lo que ha provocado un fuerte descontento entre los vecinos.

«Si un día hay para comer, no hay para el otro», expresó Sotero, reflejando la realidad de muchas familias que deben lidiar con la difícil decisión de priorizar sus gastos.

En respuesta a esta situación, ha coordinado reuniones con un concejal local para buscar alternativas que ayuden a mitigar estos altos costos. La comunidad ha demostrado un alto grado de organización y compromiso, lo que ha permitido que estas conversaciones sean más efectivas.

Administración

Además de la problemática del gas, Sotero también está abordando la cuestión de la seguridad en el barrio. En conjunto con la Secretaría de Gobierno, se ha trabajado en la planificación de una reunión con el alcalde para discutir medidas que mejoren la infraestructura y la seguridad del área.

«Los barrios como Cantarana han estado muy abandonados por parte de la administración», comentó Sotero, enfatizando la necesidad de una inversión adecuada que garantice el bienestar de los ciudadanos.

La falta de infraestructura adecuada es otro de los puntos críticos que afectan a Cantarana. Aunque se han logrado avances en la mejora de algunas vías, aún quedan aproximadamente 400 metros que requieren atención urgente. «Las vías, el acantarillado y los espacios peatonales están en condiciones deplorables», alertó Sotero, quien subrayó la importancia de priorizar estas necesidades.

Un paso significativo en la gestión de la comunidad ha sido la legalización de la Junta de Acción Comunal, un proceso que no se había completado desde 1987. «Este es un logro importante que nos permitirá seguir trabajando de manera organizada», afirmó Sotero. Con esta legalización, la comunidad espera tener un mayor acceso a recursos y apoyo por parte de las entidades gubernamentales.