Lavaban dinero con contrabando desde Asia por más de $71.000 millones: así cayó la poderosa estructura

Desarticulación de la estructura criminal

La Fiscalía General de la Nación, con apoyo de la Dijín de la Policía Nacional, desarticuló una organización dedicada a introducir mercancía de contrabando desde Asia (principalmente textiles y confecciones) y a lavar grandes sumas de dinero producto de esas actividades ilícitas.

Cómo operaba la red

Ingresaban contenedores de mercancía desde Asia, especialmente en el Puerto de Buenaventura (Valle del Cauca).

Los contenedores se trasladaban en tractocamiones a ciudades como Bogotá y Cali.

Siete sociedades vinculadas a la organización servían como canales de distribución hacia diferentes regiones del país, incluyendo Ipiales (Nariño), Popayán (Cauca), Medellín, Pereira y otras.

Capturas y judicialización

En las diligencias judiciales realizadas en Bogotá y Cali fueron capturadas 8 personas:

Seis ciudadanos de origen chino

Dos colombianos
Los nombres aparecieron identificados entre los capturados.

Dinero lavado y delitos imputados

La Fiscalía estimó que los movimientos asociados a la red superaron los $71.562 millones de pesos, cifra vinculada a actividades de contrabando y lavado de activos.

Además, se reportó un incremento patrimonial injustificado de unos $2.696 millones de pesos para algunos de los implicados.

Se imputaron varios delitos, entre ellos:

favorecimiento y facilitación de contrabando

concierto para delinquir

lavado de activos

enriquecimiento ilícito de particulares
Sin embargo, los imputados no aceptaron los cargos.

Investigación de largo aliento

La pesquisa comenzó en agosto de 2022 por parte de la Policía Nacional, que fue documentando las operaciones, el traslado de los productos y el entramado societario detrás de la red.

¿Qué implica este tipo de criminalidad?

Este operativo refleja cómo las redes de contrabando pueden usarse como plataforma para lavar dinero, aprovechando sistemas de importación irregular y la creación de empresas fachada para ocultar el origen ilícito de recursos. El contrabando no solo daña la economía legal y reduce ingresos fiscales, sino que también se facilita la financiación de otros delitos.