LAS MUERTES POR ACCIDENTES HAN AUMENTADO: Llamado a tener un comportamiento responsable en las vías.

Las cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial reflejan un panorama alarmante en Colombia: aunque en años anteriores se había logrado una reducción en los lesionados por accidentes de tránsito, el número de víctimas fatales sigue en aumento. En 2024, un total de 8.271 personas perdieron la vida en las vías del país, siendo los motociclistas y peatones los más afectados.

El concejal Armando Gutiérrez González manifestó su preocupación por la falta de estrategias eficaces para reducir la siniestralidad vial. “Los números hablan por sí solos: estamos perdiendo vidas a diario y no hay un plan concreto que garantice la seguridad en las calles. Es urgente implementar controles más estrictos y mejorar la infraestructura vial”, señaló.

El informe revela que los motociclistas representan el 61,35% de los lesionados en accidentes de tránsito, con 17.128 casos, y además, constituyen el 61,61% de las muertes, con 5.096 fallecidos en el último año. Los peatones también enfrentan un alto riesgo, con 1.827 fallecimientos, equivalentes al 22,08% del total de víctimas mortales.

En Bogotá, la situación es aún más crítica, pues desde 2017 ha liderado la lista de ciudades con mayor número de lesionados en siniestros viales. En 2024, la capital reportó 4.902 personas heridas y 652 muertes en accidentes de tránsito, cifras que superan las de ciudades como Cali y Medellín.

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Gutiérrez González hizo un llamado a la administración distrital y a las entidades nacionales para que refuercen la seguridad vial mediante medidas concretas. Entre sus propuestas están el aumento de controles de velocidad, sanciones más severas para conductores imprudentes, mejor iluminación y señalización en las vías, así como campañas masivas de educación vial.

Las autoridades han manifestado que trabajan en estrategias para reducir los accidentes, pero los resultados aún no son alentadores. Mientras tanto, el número de víctimas sigue creciendo, dejando en evidencia la necesidad urgente de una política pública más efectiva para frenar esta crisis en las carreteras del país.