Ismael Botina popular maestro Buchón, quiere invitar a todos los amigos y seguidores de su partido Mordoré, para que antes de estar peleando por candidatos, mejor, vayan a disfrutar de las fiestas de San Antonio de Padua, que se celebran en la maravillosa capilla de Juanoy salida al norte de la ciudad de Pasto.
Una tradición que viene de generación en generación. Los datos históricos hablan que hace siglo y medio ya se vivía con devoción estas festividades religiosas, cuyo patrón cambio de nombre, aquí no es San Antonio de Padua, sino, San Antonio de Juanoy donde se venera la imagen.
En la salida al norte, por lo que conocemos como Chapultepec (nombre mexicano de un bailadero) hay un caminito que lo lleva hacia la cumbre el cerro Morasurco. Allí, al comenzar el ascenso está la capilla de corte colonial, una verdadera reliquia arquitectónica que por fortuna no ha sido intervenida y se muestra como un recuerdo de otras capillas coloniales, usadas por los españoles para adoctrinar a los indios.
Esta capilla tiene otra característica, sobre sus paredes hay una serie de pinturas sin que se sepan sus autores, pero aún mantienen su calidad. Hace unos 20 años, los ladrones robaron ornamentos y manteles que se conservaban como museo. Sobre este robo sacrílego, nadie dio razón.
Desde hace más de un siglo se venera la imagen de San Antonio, santo milagroso de aquellos amores imposibles; y dicen, que el nuestro de Juanoy es efectivo.
Para lograr el milagro toca robarse una imagen del santo, amarrarle una cinta verde en el cuello y ponerlo de cabeza, rezarle 13 días con gran devoción mencionando al ser amado que se encuentra esquivo. Luego, visitar la capilla de San Antonio de Juanoy y regalarle 13 monedas. Hecho el milagrito.
Las fiestas de San Antonio se celebran cada 13 de junio comenzando sus novenas los primeros días del mes.
Los fiesteros, síndicos y demás integrantes de la junta en esta ocasión se esmeraron y prepararon con todos los detalles, buscando que la capilla y el sector siga siendo un referente de las costumbres pastusas y de paso sea parte de la agenda turística de la ciudad.
No hay muchos datos sobre esta bella capilla en los libros de historia, pero si se encuentran narraciones del fervor religioso del pueblo católico, durante la temporada de mitad de año.
La capilla de San Antonio de Juanoy quedó enclavada entre los estratos altos y populares. Pared por medio está el Club del Comercio y enormes apartamentos de estrato seis; antes de que la ciudad se extendiera para esos lados era una zona de recreo para los pastusos, donde iban los domingos de paseo a disfrutar de los sancochos familiares.
Bájele al acelere, haga una pausa en su vida, dese un tiempito y vaya a conocer esta joya de la arquitectura colonial y de paso conquista ese amor platónico.
POR: MANUEL ERASO

