La joven brasileña Juliana Marins, de 26 años, fue hallada sin vida este martes, cuatro días después de caer por un precipicio mientras caminaba por uno de los senderos del monte Rinjani, un volcán activo en la isla de Lombok, Indonesia. El accidente ocurrió el sábado hacia las 06:30 a. m., cuando Marins realizaba una excursión junto a cinco amigos y un guía turístico.
Las condiciones climáticas, la densa niebla y lo agreste del terreno dificultaron las labores de rescate, a pesar de que ese mismo sábado los equipos lograron escuchar sus gritos de auxilio. La búsqueda, que incluyó 48 rescatistas, miembros del gobierno local y funcionarios de la embajada de Brasil, se extendió por varios días hasta dar finalmente con su cuerpo en una zona de difícil acceso.
Condiciones extremas complicaron el rescate
Durante los primeros intentos de rescate, las imágenes de drones mostraron a Marins con vida, aunque en un estado de angustia y a gran profundidad. Sin embargo, la espesa niebla impidió que los rescatistas la localizaran en su primer descenso. El lunes, tras una nueva visualización, las condiciones meteorológicas obligaron a suspender nuevamente las labores. Fue hasta el martes que el cuerpo de Juliana fue hallado en una zona aún más profunda que la inicialmente identificada, lo que obligó a descender 600 metros por un barranco para recuperarlo.
Controversias y críticas por fallas en el operativo
El caso ha generado una fuerte reacción en redes sociales. Familiares y figuras públicas brasileñas cuestionaron la lentitud del rescate y la decisión de mantener abierto el sendero mientras ella permanecía desaparecida. En la cuenta oficial de Instagram de Juliana, su familia expresó: “¡Mientras Juliana necesita ayuda, nadie la socorre! ¡Lleva días sin agua, comida ni abrigo!”
El guía de la expedición, Ali Musthofa, fue interrogado por la policía el domingo. Según su versión, Marins manifestó estar cansada y él le propuso descansar mientras él seguía adelante para luego reencontrarse. Negó haberla abandonado.
El monte Rinjani: belleza natural y riesgo latente
El monte Rinjani, con más de 3.700 metros de altitud, es el segundo volcán más alto de Indonesia y una de las rutas de senderismo más populares del país. Sin embargo, su terreno escarpado y condiciones impredecibles lo convierten en una zona peligrosa, especialmente para personas sin experiencia. En los últimos cinco años, al menos cinco personas han perdido la vida en esta montaña.
Tras la muerte de Marins, las autoridades locales decidieron cerrar temporalmente el sendero para facilitar la evacuación y revisar los protocolos de seguridad. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil lamentó el fallecimiento y destacó el acompañamiento de su embajada durante todo el operativo.