La violencia sigue cebada en Tumaco en una situación que preocupa y alarma, puesto que se trata de un flagelo que no es de ahora, sino que ha estado entronizado en el puerto de Nariño, desde muchos años atrás, el cual a través del tiempo ha tenido diversos protagonistas como las guerrillas de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc, el Ejército de Liberación Nacional, Eln, las Autodefensas Unidas de Colombia Auc, las bacrim, las organizaciones que se dedican al narcotráfico y la delincuencia común.
En este orden de ideas, sentimos dolor por estos episodios que continúan cobrando las vidas de muchas personas, como acaba de ocurrir en las últimas horas en el puerto nariñense, escenario de un hecho insólito, pero no menos atroz e indicador de los graves sucesos que a diario se suscitan en esta zona del Departamento de Nariño, como lo fue el asesinato a sangre fría de dos hombres, quienes se encontraban recibiendo atención médica de urgencia, luego de haber sido heridos a bala en un ataque en plena vía, que es materia de investigación.
«La violencia sigue cebada en Tumaco en una situación que preocupa y alarma, puesto que se trata de un flagelo que no es de ahora, sino que ha estado entronizado en el puerto de Nariño, desde muchos años atrás, el cual a través del tiempo ha tenido diversos protagonistas».
La osadía de ingresar al Hospital San Andrés, como presuntos familiares de los heridos pone en evidencia la peligrosidad de los gestores de la violencia que vive Tumaco, en un hecho criminal en desarrollo del cual, las víctimas pudieron ser 3; que fue el número de heridos que ingresó de maneras simultánea al mencionado centro asistencial, sin embargo uno de ellos, quien al parecer no fue herido de gravedad, pidió ser dado de alta y ello le salvó la vida, suerte que no tuvieron los otros dos pacientes.
También en Tumaco, se registró otro asesinato cuya víctima fue un adulto mayor, quien fue atacado con arma blanca por un joven de quien se afirma sufre trastornos mentales, puesto que no de otra manera se pueden explicar los horripilantes detalles que entregó este caso de homicidio, puesto que de acuerdo con las informaciones que han entregado las autoridades, el asesino extrajo varias partes del cuerpo, para proceder a devorarlas, lo que tipificó un crimen espantoso que horrorizó al puerto de Tumaco.
Es inquietante que esta clase de sucesos aterradores como lo son la incursión de sicarios para rematar en el hospital a dos heridos y el horripilante caso de violencia y canibalismo, se registren a 4 días para la realización de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, lo que sin duda contribuye a alterar la tranquilidad ciudadana de cara a esos comicios donde los colombianos elegirán entre Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes Anticorrupción y Gustavo Petro, del Pacto Histórico, quien será el próximo Presidente de la República.
Precisamente nos parece que el próximo mandatario nacional, ya sea Hernández o Petro, debe tener entre sus prioridades en colocar la lupa sobre Tumaco, puesto que la verdad sea dicha y las pruebas están a la vista, lo que ocurre en estos momentos en el puerto de Nariño, hace rato que pasó de castaño a oscuro.
La triste realidad es que de nada han servido en los últimos años, las constantes promesas y ofrecimientos de los gobiernos de turno en lo referente a mejorar las condiciones de seguridad de Tumaco, puesto que esas promesas se quedaron en papel firmado y en palabras que el viento se llevó al mar.
Mientras tanto, como se evidencia en los acontecimientos que hemos reseñado, la violencia sigue encarnizada con Tumaco, uno de los principales puertos de Colombia y sus sufridos moradores, quienes, a pesar de la firma del acuerdo con la guerrilla de las Farc, no han disfrutado ni un solo instante de paz.