Carlos Santa María.

La verdadera campaña sucia

El mito de los sectores dominantes y la creencia de muchos es que publicar documentos verdaderos hace parte de una campaña sucia. Ese es un error que impide ver la verdad.

Lo malévolo está en la interpretación dada a esa información por parte de los medios masivos de desinformación que, además, ocultan todo conocimiento que pueda afectarlos, lo cual es una matriz internacional.

Por ejemplo, el video de unos niños pronunciando el nombre de un candidato o una chica alertando de un caos social producto de la no transparencia electoral, no posee ningún trasfondo irreal. En el primer caso, llevarlo hasta el nivel de un adoctrinamiento del sector profesoral hacia los estudiantes es un típico caso de manejo informativo deshonesto. En el segundo, plantear que es una amenaza a la comunidad lleva a límites extremos de maldad e ignorancia, pues la realidad que vive el país es de violencia extrema al más alto nivel y ello puede conducir a una crisis grave si no se actúa con veedurías objetivas.

El mismo hecho de un candidato que vincula a la Virgen María con la prostitución se puede utilizar hasta el punto de solicitar la excomunión de esa persona por atentar a la fe de una mayoría católica en el país o, simplemente, desaparecer en lo posible dicha situación para no provocar un conflicto religioso que enfrente a una población creyente con otros practicantes que siguen una orientación diferente.

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«La verdadera campaña sucia no está en mostrar la verdad sino en distorsionarla, engañar, crear odio y destruir ideales. Sin Auditoría internacional (suma y conteo privado que da el resultado final), se pone en duda la transparencia”.

 

En Colombia sectores informativos parcializados manipulan u ocultan la verdad, sin mostrar que 32 soldados ucranianos fueron asesinados por su propio comando al querer rendirse y la utilización de civiles como escudos humanos en Azot. Igualmente, un chico de dos años detenido en Palestina, obligado a desnudarse por militares israelíes y, entre 2015-2022, 9000 niños encarcelados y torturados.

La verdadera campaña sucia no está en mostrar la verdad sino en distorsionarla, engañar, crear odio y destruir ideales. Sin Auditoría internacional (suma y conteo privado que da el resultado final), se pone en duda total la transparencia electoral.

Por: Carlos Santa María