Juan Pablo Leal Vásquez, conocido como ‘Pablito Tusi’ o el ‘Rey del Tusi’, era señalado como uno de los principales distribuidores de drogas sintéticas en Medellín, el Valle de Aburrá y otras regiones del país. Se le vinculaba con los llamados ‘puppy narcos’, una nueva generación de narcotraficantes provenientes de clases medias y altas que dominaban el comercio de sustancias como el ‘tusi’.
Un imperio de drogas sintéticas y excesos
Las autoridades de inteligencia aseguran que Leal Vásquez manejaba la distribución de al menos 43 variantes de ‘tusi’, incluyendo el peligroso ‘tusi brutal’, una mezcla que contenía ketamina, fentanilo y medicamentos psiquiátricos. Además, tenía su propia marca en el mercado ilegal: la versión ‘Bailarina’, una de las más populares entre los consumidores.
El 17 de febrero, su nombre cobró notoriedad cuando una fiesta en su lujosa casa, avaluada en 4.000 millones de pesos y ubicada en el barrio Santa Cruz de Medellín, terminó en un tiroteo. En el enfrentamiento, un asistente perdió la vida y el cantante vallenato cartagenero Yair Ortiz resultó herido. Entre las evidencias halladas en el lugar se encontraba un lujoso Jeep rojo y su pareja, Mariana Andrea Gómez Castaño, quien tenía antecedentes por tráfico de ‘tusi’.
Tras este episodio, Leal Vásquez desapareció de Medellín para evadir a sus enemigos, pero no dejó atrás sus excentricidades. Su destino final fue Calima El Darién, Valle del Cauca, donde organizó su última fiesta con una extravagante compra de licor.

Una despedida de lujo: $16 millones en licor
Fuentes de inteligencia revelaron que, antes de su asesinato, Leal Vásquez gastó 16 millones de pesos en licor en distintos establecimientos comerciales del municipio. La compra desató sospechas entre los habitantes, acostumbrados a recibir turistas, pero no a ver adquisiciones de tal magnitud en una sola tanda.
El martes 11 de marzo, cuando regresaba en motocicleta al lugar donde se hospedaba, fue emboscado. Sicarios descendieron de un vehículo y le dispararon 15 veces en distintas partes del cuerpo. Su acompañante logró escapar corriendo, mientras que los asesinos huyeron en el mismo automotor rumbo al municipio de Restrepo, donde las autoridades encontraron el vehículo abandonado.
El crimen de Leal Vásquez conmocionó a la tranquila comunidad turística de Calima El Darién, convirtiéndose en el primer asesinato registrado en la localidad este año. La investigación sigue en curso para determinar quiénes fueron los responsables y si se trató de un ajuste de cuentas dentro del mundo del narcotráfico.

