Desde el Consejo Comunitario Acapa, del Río Patía Grande, sus brazos y la Ensenada de Tumaco, se indicó que Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de uso Ilícito, Pnis, fue un desastre en su territorio, que en el papel todo estaba de maravilla, pero que en el accionar nada de ello se ha cumplido, por ende, la presencia de este tipo de cultivos aún prevalece en el territorio y el problema por su liderato también.
El líder de este consejo comunitario e integrante de Recompaz, Juan Carlos Ángulo Vásquez al indagarle sobre el Pnis y su implementación en su territorio señaló, “en el marco del Acuerdo de Paz, eso fue un total desastre porque la gente que vive en el centro mira las necesidades de la comunidad como una alternativa para lucrase, para alinearse con la corrupción que es el problema grande que tenemos en este país y el peor desacierto que podemos tener”.
Hubo incumplimiento
Así mismo señaló, “esta estrategia en letras es un buen ejercicio, pero institucionalmente el gobierno no pudo hacer una implementación seria de los proyectos de sustitución que le hubiese permitido a la comunidad poder aprovechar esa estrategia y mejorar la calidad de vida, fortalecer la parte productiva en el territorio; fue nefasto porque hubo mucho incumplimiento y mucha desconfianza por parte de las comunidades.
Desde Acapa se señaló que la implementación de esta estrategia era de vital importancia para este territorio ya que este “ha sido catalogado con los mayores cultivos de coca en el país, han llegado a tener ese deshonroso primer puesto y los niveles de violencia asociados al cultivo han sido muy desastrosos, desafortunadamente el abandono y el egoísmo del centralismo que ha liderado este país, no le ha permitido a las comunidades tener otra laternativa”.
No hay alternativas
Según lo expresado se ha intentado combatir esta situación, pero ha sido bastante complejo, ya que no hay otras alternativas; “se ha pretendido desde todos los lugares y niveles de conciencia alejarnos del cultivo, pero no hemos tenido la posibilidad de contar con un gobierno más responsable, que tenga una mirada mucho más de territorio y que pueda desarrollar procesos que les permitan a las comunidades aprovechar sus riquezas y su potencial productivo”.
Finalmente señaló, “la coca ha sido un mecanismo de salir adelante, pero eso asociado con la violencia y con los problemas que tenemos; nosotros somos gente de tranquilidad y queremos recuperarla”.