Ismael Botina popular maestro Buchón, cada mes de mayo conmemora con orgullo de región el levantamiento de los comuneros del sur, originado en Guaitarilla y Túquerres. Desafortunadamente un hecho histórico poco conocido por el pueblo colombiano.
El relato es el siguiente: corría el año 1800 y desde España se dictaban decretos de impuestos a cada rato. Se pagaba impuestos por cosechas, por vacas, caballos, ovejas. Por cada cosecha se tenia que dejar el diez por ciento para la iglesia en el llamado impuesto del diezmo.
El sistema de cobro era por medio de Agentes Recaudadores, que eran personas particulares que mediante subasta ganaban esos cargos y se encargaban de recuperar lo invertido creando tasas e impuestos.
La gente estaba mamada de los abusos. Corrió el rumor que venían nuevos tributos, rumor que cada día se lo sentía más fuerte. El modo de informar al pueblo sobre esos nuevos impuestos, era por medio del sermón de la misa mayor de los domingos.
El domingo 18 de mayo de 1800, en Guaitarilla el cura al momento del sermón, sacó un papel y dio lectura al llamado “Recudimiento de impuestos de la madre España”, algo así como una reforma tributaria.
La lista era impresionante, se puso impuestos al juego de naipe, a los cuyes, conejos, gallinas, al humo de las chozas, y el colmo, impuesto por parir hijos; un real si nacía varón y medio real por una hembra.
Al escuchar semejante cascada de impuestos, en plena misa, salen dos mujeres valientes y le arrebatan al cura el papel y lo rompen delante de la gente, ¡gritando! no más impuestos…abajo el mal gobierno ¡esas indias eran Manuela Cumbal y Francisca Aucú. Esto prendió la mecha de la revolución y la gente salió en protesta por las calles y caminos comandan dados por Lorenzo Pizcal con su bombo.
El pueblo se había levantado en protesta, y el 20 de mayo, se concentran en Túquerres, donde operaba la agencia de recaudo, bajo el mando de los hermanos Francisco y Atanasio Rodríguez Clavijo; estos, al sentir la furia de la gente se esconden en la iglesia matriz, hasta donde la turba ingresa y los mata a palo y piedra.
Los Clavijo, manejaban todo, hasta el estanco de aguardiente donde producían un trago tan feo que lo llamaron “care-guasca”, y según los relatos, estos dos españoles abusaban de las mujeres y de todo, como les daba la gana.
En esta protesta- la primera de América- aparecen nombres como Ramón Cucas Remo, Julián Carlosama y Lorenzo Pizcal, quienes lideraron el levantamiento popular contra los españoles.
La revolución fue aplacada por el dominio de la fuerza, sus lideres fueron arrastrados a cola de caballo hasta Pasto y sus cabezas exhibidas en los caminos, como señal del castigo para aquellos que se atrevieran levantarse contra el gobierno de España. Y encima, un terremoto terminó asustando a los insurgentes.
¡Viva Guaitarilla y Túquerres, abajo el mal gobierno…!
Por: Manuel Eraso

