La profesión de humorista en Colombia atraviesa hoy una etapa de transformación marcada por los cambios culturales, tecnológicos y sociales del país. Lejos de los formatos tradicionales que dominaron durante décadas la radio y la televisión, el humor actual se proyecta en nuevos escenarios y con finalidades distintas, especialmente en el último año, donde las plataformas digitales han redefinido el alcance y la voz de los comediantes.
Durante gran parte del siglo XX y comienzos del XXI, el humor colombiano estuvo ligado a programas televisivos de alto rating, personajes costumbristas y rutinas basadas en estereotipos regionales. Espacios humorísticos semanales marcaban la agenda del entretenimiento y los humoristas dependían casi exclusivamente de los grandes medios para darse a conocer. Sin embargo, esta dinámica ha cambiado de forma acelerada.
En el último año, la proyección del humorista se ha fortalecido en escenarios alternativos como las redes sociales, el stand up comedy y los podcasts. Plataformas digitales han permitido que nuevos talentos emerjan sin intermediarios, construyendo audiencias propias y abordando temáticas más cercanas a la realidad cotidiana. El humor actual se enfoca con mayor frecuencia en la crítica social, la política, la salud mental y las vivencias urbanas, dejando atrás la burla simple para dar paso a la reflexión desde la risa.
Otro cambio significativo ha sido la adaptación del humor a un público más diverso y crítico. En comparación con décadas anteriores, hoy existe mayor conciencia sobre el respeto, la inclusión y los límites del lenguaje. Esto ha llevado a los humoristas a replantear sus contenidos y a buscar un equilibrio entre la sátira y la responsabilidad social, una exigencia que se ha hecho más evidente en el último año.
En conclusión, la profesión de humorista en Colombia ha adquirido una proyección más independiente, plural y reflexiva. Los cambios recientes demuestran que el humor sigue siendo una herramienta poderosa para interpretar la realidad nacional, adaptándose a los tiempos y a una sociedad que demanda nuevas formas de expresión.