Por: Rober Atis Bernal
Este fin de año, no pasa de pasa desapercibido, sino que está más álgido que nunca con la organización de diferentes actividades culturales y recreativas con el fin de unir a las familias.
Lo que sí tiene preocupado es el aumento del índice de quemados que dejó la noche de velitas, eso es una alerta para las autoridades estén pendientes de las actividades que se programan en los 64 municipios del departamento de Nariño.
Pese a que se adelantan las campañas desde meses anteriores, donde hacen inversiones de recursos, pero las comunidades no atienden el llamado o no escuchan o no leen las prevenciones y por no atender las recomendaciones ocurren las tragedias.
Las autoridades deberían hacer efectivas las sanciones económicas contra las personas que manipulan los juegos pirotécnicos que deja cantidad de niños, niñas y adultos lesionados.
La ley establece que la pólvora debe ser manipulada por personal experto y no por cualquier individuo que lo único que deja es tragedias en las familias, por ello, exigen que se prohíba la venta de estos elementos, sin embargo, se estaría vendiendo de manera ilegal.
Cabe recordar que al almacenar pólvora de manera clandestina es un delito y aparte del delito, están colocando en peligro a sus familiares como han ocurrido casos de incendios de grandes proporciones dejando reducidas a cenizas los inmuebles.
La pólvora no es un juego, se debe atender los llamados y recomendaciones que dan las autoridades para que, en este año, las familias pasen con alegría y no llenos de tristeza como ocurre, no solo en Nariño sino en otras partes del país.
La pólvora deja marcas profundas: dedos amputados, quemaduras que tardan meses en sanar, daños en la vista, en los oídos, en la piel. Cicatrices físicas y emocionales que no se van con el paso del tiempo.
Además, los fuertes estruendos de los explosivos, no solo afecta al ser humano, sino también a los animales que tienen que huir de cualquier forma buscando refugio ante los sonidos de la pólvora. La sociedad debemos ser conscientes a la hora de festejar o celebrar con pólvora, para tratar de frenar el índice de los quemados, puesto que el departamento de Nariño, siempre ha estado en los primeros lugares a nivel nacional por el aumento de quemados con los juegos pirotécnicos