Para muchos niñas, niños y adolescentes , lo más vulnerables, los más excluidos, los más olvidados, los más pobres e ignorados la ración del Programa de Alimentación Escolar, PAE, es la única y exclusiva alimentación que tienen la oportunidad de comer en el transcurso de cada día y quitarles este derecho y oportunidad, reducir la ración alimentaria, manipularla, demorarla, intervenirla para causar daño, es un crimen social, un gravísimo delito social que no debe encontrar en la tramitología y el debido proceso la impunidad que así estimula así la corrupción.
Es nuestra niñez de los barrios donde sus familias hacen de cada día una heroica batalla para sobrevivir con las ventas ambulantes, reciclando, en las plazas de mercado, en el servicio doméstico, siendo que en los fines de semana, puentes festivos o vacaciones escolares esta entrañable niñez en vez de descansar se levanta muy temprano, cuando aún está oscuro, para ir a pie, entre el frío, la oscuridad y con un tinto de desayuno a ayudar con el rebusque, a trabajar para colaborar con la sobrevivencia de cada día, almorzando con un café negro y pan, a las cuatro de la tarde, cuando regresan otra vez caminando, cansados, con hambre, con sueño, suspirando su pobreza, con su sonrisa rota y obligados a pensarse y hacerse adultos en medio de la exclusión y el olvido.
Son niños, niñas y adolescentes que crecen teniendo como modelo de vida y comportamiento a sus familiares y amigos vinculados con la prostitución, el atraco, el consumo de sustancias psicoactivas, la delincuencia, entre gritos, insultos, golpes, agresiones, amenazas, alimentándose de estas violencias en sus vidas. Son niños a quien su Papá le pone una aguja grande en un hueco de la pared, de ahí cuelga un saco, pone unos papeles en los bolsillos y les enseña a quitarlos sin que se caiga el saco y si así sucede les cae una paliza con correa, patadas y puños, para que entonces así aprenda a ser hombre, a ser capaz de robar para no morirse de hambre. Son niños y niñas piponas, con sus vientres hinchados, llenos de parásitos intestinales, con sus ojos opacos, hundidos entre sus ojeras, como expresión de la desnutrición que los acompaña siempre.
De acuerdo con quienes desde el Ministerio de Educación lideran el PAE y en concordancia así mismo lo repiten en los territorios las correspondientes Secretarías de Educación se trata de un complemento alimentario, no se trata de solucionar la desnutrición infantil, porque según lo expresan las familias también tienen responsabilidad y compromiso con la alimentación y nutrición de sus hijos.
Por eso aquellos operadores del PAE que incumplen, retrasan, manipulan, perjudican y hacen daño entregando unas incompletas raciones alimentarias o no entregándolas son en este caso unos criminales sociales, unos delincuentes sociales, unos bandidos sociales que jamás deben ser amparados con la tramitología en busca de impunidad.
La alimentación infantil escolar un derecho y toda nuestra infancia tiene el mismo derecho a una adecuada alimentación escolar.
Por: EMILIO CORAL

