Últimamente las mujeres somos la bandera que izan todos los candidatos que buscan un reconocimiento político, desde hace un tiempo venimos escuchando a una sola voz en todas las campañas que cuando sean presidentes, gobernadores, alcalde, lucharán por mantener y mejorar nuestros derechos, nos darán más oportunidades laborales, no seremos acosadas sexualmente, ni laboralmente; es decir, ninguna violencia de género recaerá nuevamente en las mujeres.
¡Cómo cambian las promesas de campaña con las acciones de los gobernantes en poder, si hasta pasan por alto los abusos de sus funcionarios dentro de sus administraciones!
Llegan al extremo de golpear y/o insultar a las funcionarias, como ya lo hemos visto en varios videos en redes sociales, abusando de su poder y olvidando su humanidad.
Es más triste aún, cuando nuestros gobernantes desconocen los derechos constitucionales que tenemos a la no discriminación, esto es, poder llevar nuestro proceso de gestación, embarazo y licencia de lactancia de maternidad a cabalidad.
se asombran y parece que repudiaran los procesos naturales como el embarazo de una mujer. ¡La mujer no es un discurso que se levanta solo en campaña, sino que se debe mantener! La mujer es la cuna de la vida, y ha sido arduo el proceso de las mujeres que hemos luchado incansablemente por los derechos que hoy podamos. Como mujer es denigrante mirar como varias entidades desconocen nuestros derechos, se apartan de la Constitución y la jurisprudencia retirando de los cargos a las funcionarias que están en estado de gravidez. estas acciones que a los gobernantes les parece justas o correctas, menguan nuestros los derechos ya obtenidos.
Es ahí cuando la mujer que está embarazada, por derecho le asiste de mantenerse en su cargo, no solo por ser un sujeto de especial protección constitucional sino por el derecho a engendrar, gestar, parir y maternar, que la constitución lo reconoce, la ley nos ampara, pero la autoridad administrativa parece creerse encima de la Carta Magna.
Este es un llamado a todos los gobernantes y funcionarios de las administraciones, donde los primeros fueron elegidos por voto popular de las mujeres que hoy agravian.
Basta ya de violencias basadas en género, basta ya de repudiar nuestra naturaleza humana.

