La búsqueda de mundos habitables fuera del Sistema Solar acaba de sumar un nuevo protagonista. La NASA anunció el descubrimiento de TOI-1846 b, un planeta rocoso y metálico que duplica el tamaño de la Tierra y podría contener agua en su superficie. El hallazgo fue posible gracias al Satélite de Exploración de Exoplanetas en Tránsito (TESS), que detectó un resplandor periódico en la constelación de Lyra.

¿Qué es una Supertierra?
TOI-1846 b pertenece a la categoría de “Supertierras”, un tipo de planeta que se sitúa entre los pequeños y rocosos como la Tierra y los gigantes gaseosos como Neptuno. Con una masa cuatro veces superior a la terrestre, este exoplaneta se ubica en la llamada “brecha de radio”, una zona que ha despertado gran interés por sus posibles condiciones de habitabilidad.
Según los primeros análisis, TOI-1846 b podría tener una capa de hielo y temperaturas intensas, lo que sugiere la presencia de agua líquida en ciertas regiones. Aunque aún no se puede confirmar si hay vida, el potencial para albergarla convierte a este planeta en un objetivo clave para futuras investigaciones.
Un sistema estelar lleno de sorpresas
Este descubrimiento se suma al creciente catálogo de exoplanetas con condiciones similares a las de la Tierra. En paralelo, otro equipo de astrónomos identificó L 98–59 f, una Supertierra ubicada a solo 35 años luz. Este planeta orbita una estrella enana roja y se encuentra en la “zona habitable”, lo que significa que recibe una cantidad de energía estelar comparable a la que llega a nuestro planeta.
L 98–59 f forma parte de un sistema compacto con otros cuatro planetas, algunos de los cuales podrían tener actividad volcánica o estar cubiertos por océanos. Su cercanía lo convierte en un candidato ideal para observaciones con telescopios avanzados como el James Webb.
¿Estamos más cerca de encontrar vida?
Aunque ninguno de estos planetas garantiza la existencia de vida, sus características refuerzan la idea de que no estamos solos en el universo. La ciencia avanza, y cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a responder una de las preguntas más antiguas de la humanidad.
