La dirigencia comunal en cualquier municipio del departamento de Nariño y en el país son una prioridad porque se convierten en veedores y gestores de los proyectos que ejecutan las diferentes administraciones tanto municipal como departamental.
Hay dirigentes que desde muy jóvenes se han dedicado a esa labor en pro del desarrollo de sus barrios, comunidad y del municipio en general haciendo las gestiones ante las diferentes entidades administrativas.
En el municipio de Pasto, existen dirigentes que han entregado por muchos años a esa labor porque les nace y otros porque es una herencia de sus padres ancestrales que lucharon siempre por sus comunidades.
Algunos han entregado sus vidas por defender sus territorios y otros todos sus años como lo hace la presidenta de la Junta de Acción Comunal, JAC del barrio Quintas de San Pedro de la Comuna Ocho, Pastora Agreda.
Sin embargo, nos contó que en este periodo entregará el cargo de presidenta de la junta comunal, pero seguirá apoyando los procesos comunales a los nuevos integrantes de la JAC que lleguen.
Asegura que pese a estar detrás de todos los proyectos comunales y que le ha ido bien con todos los alcaldes y secretarios porque ha ejecutado diferentes procesos en sus barrios.
Nos cuenta que aún le queda un proyecto por cumplir y ese es aprender a leer y a escribir, “Nunca es tarde para cumplir las metas, dejaré la presidencia de la junta comunal para poder dedicarme a mis estudios que es la meta que me falta en mi vida”.
¿De dónde es usted?
Sucede que a mí me adoptaron a una señora en Pasto a la edad de 2 años. Pero yo soy residente de una vereda cercana al sector de El Motilón del corregimiento de El Encano.
¿Cómo nace su liderazgo?
Al no tener familia, desde muy joven me gustó compartir con los demás, a corta edad quedé sin mis padres, pero al lugar a donde llegué junto con la señora que me adoptó y vivíamos en el barrio Palermo, comencé en los pazos de la dirigencia comunal.
¿Qué pasó después de vivir en El Palermo?
Siempre acompañaba a la señora a ir al barrio Pandiaco que en esas épocas solo había piedras, y es ahí en donde se comienza con la lucha de construir una cancha de microfútbol. Cuando tenía 12 años me independicé y casualmente salí a vivir a Pandiaco.
¿Cómo era Pandiaco?
Este barrio solo era tierra y piedras, pero con la señora Cecilia más conocida como Chilita comenzamos con las gestiones. Ahí también funcionaba el matadero, luego empezamos a vender empanadas y es ahí en donde aprendí lo que es el verdadero liderazgo. Siempre nos íbamos a la Alcaldía y a otras entidades, es decir fue hacer acompañamiento y aprendí a ser líder y cómo se gestiona, pese a que yo no sé leer ni escribir. La señora Chelita, prácticamente fue mi profesora.
¿Qué paso con su proceso educativo?
El liderazgo nace con uno, y el hecho de no poder leer ni escribir, pero me ha permitido hacer gestiones y ejecutar proyectos en los sectores. En Pandiaco logramos construir el polideportivo hace unos 35 años atrás y también la biblioteca. Para esas fechas gestión ya contaba con 22 años y trabajamos con los de la Junta de Acción Comunal. La idea nació porque no teníamos en donde jugar.
¿Qué se hizo en el barrio?
Otro de las gestiones que logramos fue la escuela Aurelio Arturo Martínez y luego la capilla que era construida con material de tierra, lo que vemos en la actualidad es totalmente renovado. Luego continuamos con el puesto de Salud. Todo fue bonito cuando ya no jugábamos en medio del barrio sino en una cancha. Así mismo avanzamos con la pavimentación de las calles. Todo fue gestión.
¿Cuándo se traslada al barrio Quintas de San Pedro?
Fue pasando el tiempo y hace 21 años llegué a vivir al barrio Quintas de San Pedro que también solo era potreros y poquitas casas. Llegué al sector y me uní a la Junta de Acción Comunal que para esa fecha la presidenta era Natalia. Ella había comenzado con el proyecto del templete de la Divina Misericordia que estaba construido en un pequeño lote emprestado y comenzamos hacer gestiones. Aquí cabe el dicho, “el que no llora no mama aunque esté junto a la mama”.
¿Por qué se trasladó de lugar?
A las Quintas de San Pedro me traslado porque compré un lote, Enríquez y Trujillo nos dio la oportunidad de tener un auxilio del Gobierno Nacional que era pavimentación de la calle y entrada de energía. Es decir, esta zona prácticamente era una finca. Y sigo con ese liderazgo de que construir un escenario porque Enríquez y Trujillo dejó u espacio como zona verde bastante amplio. En un inicio pensábamos hacer una cancha de fútbol. Hay que resaltar que en la actualidad tenemos 16 zonas verdes y solo están ocupadas dos.
¿Cuántos recursos invirtieron en el escenario?
Comenzamos en la lucha de tener un escenario multifuncional y es así que por cabildos logramos sacar 57 millones de pesos, luego hicimos el parque con 10 millones. Pese a que las juntas de acción nuca manejamos recursos, esos presupuestos los maneja la Alcaldía. Más tarde empezamos con el proyecto del salón comunal porque no teníamos en donde reunirnos con la comunidad y nuestros niños, siempre hacíamos las asambleas y programas en mi casa. Finalmente se construyó el salón con 73 millones de pesos. Pero nos lo dejaron en obra negra.
¿Qué otros procesos llevan?
Siempre me ha gustado trabajar con los niños, y es así que nos permitió concursar y ganamos un premio con el proyecto Mi Hojitas Comunales del Ministerio del Interior que nos entregó 5 millones de pesos, también ganamos para el juego de la gimnasia.
¿Cómo la reciben los funcionarios?
Los funcionarios me conocen porque voy con proyectos que, si son necesarios en la comunidad, siempre toca estar insistiendo y el que persevera alcanza. Y ese trabajo ha sido el mío desde muy joven. No puedo discriminar a ninguna Alcaldía porque uno va preparado con un solo objetivo, aunque se demora el proceso, pero al fin de cuentas se cumplen.
Ante esas luchas comunales ¿Cómo es su vida en su casa?
Solo me queda agradecer a mi esposo, todo ese tiempo, que desde que nos conocimos, ha tenido esa paciencia, amabilidad, respeto, paciente, me comprende, es decir tengo una familia maravillosa que me apoya en mis todos procesos. Soy madre de tres hijos dos hombres y una mujer. Es doloroso perder a un ser querido, yo perdí a mi madre cuando tenía 7 años, pero he sido bendecida por Dios. Mi familia también es mi comunidad.
¿Ha recibido reconocimientos por ese liderazgo?
Por mi trabajo comunal me han entregado reconocimientos como el premio Domitila Sarasty. Así mismo de la Alcaldía y Gobernación. Pese a que me han criticado porque no se leer ni escribir, mi respuesta siempre es que el trabajo que se ha hecho es por la experiencia de la vida que algunos por más letrados que sean no han ejecutado un proyecto como los que he gestionado desde muy joven y que son evidentes.
¿Cuál es el mensaje que le da a los jóvenes?
A los jóvenes, les digo que se valoren así mismo porque tienen toda una vida y las herramientas completas para salir adelante. Deben dar ejemplo a sus hijos, estudien, se dediquen hacer alguien en la vida.