Con más de cuarenta y cinco mil votos el exconcejal Erick Velasco se constituyó en el suceso electoral del departamento de Nariño. Votos conseguidos a pulso, a fuerza de palabra e inteligencia. Hay que reconocerlo, sin caer en fanatismos ciegos que impiden registrar el valor de los demás. Demostró con ello que la política se puede hacer de una manera diferente, y esa es quizá la lección que muchos aprendieron de esta jornada electoral.
No es pretensión ni mentira alguna afirmar que este gran apoyo en las urnas lo posiciona como un líder con gran proyección regional y nacional. Vi el apoyo y afán de los jóvenes por alcanzar este triunfo. Los vi con cartulinas y marcadores haciendo sus propios afiches ante la falta de recursos. Los vi sufrir y dar lo mejor de sí para alcanzar y merecer cada voto. Fue una campaña sin dinero, sin maquinarias, sin apoyos mezquinos o interesados. Participaron jóvenes cansados de la exclusión social, de la falta de oportunidades, de esa política clientelista que muchas veces condiciona la voluntad y el querer de ellos.
Se la jugaron el todo por el todo y consiguieron marcar senderos y derroteros democráticos. Gracias a ello se reclama en las calles, espontáneamente, casi que como un sentir común y generalizado el deseo de que sea Erick Velasco el líder natural de la campaña Petro – Presidente. Bien merecido que lo tiene, pues su liderazgo ya es indiscutible e inobjetable.
Muy pocos le apostaban a su candidatura. Menos a ese contundente triunfo. Al interior de su misma colectividad libró duras batallas pues la lucha era desigual. Mientras a unos candidatos les sobraban recursos y maquinarias, a él no le faltaba voluntad y capacidad.
En momentos tan cruciales para Colombia debemos reconocer la capacidad de los demás. Erick Velasco el novel congresista, sorprendió a todos. A él y sus fuerzas juveniles un reconocimiento a su labor y tesón. Si Erick Velasco se pone, y lo dejan, al frente de la campaña presidencial de Petro, estamos seguros ocurrirá un cataclismo electoral.
Que los viejos bolcheviques den un paso al costado, sus tiempos pasaron. Quedó demostrado que sus formas de hacer política ya se superaron y que se requiere de nuevas ideas e iniciativas.
Por: Pablo Emilio Obando A.

