La feria reunió a emprendedores, artistas y comunidad en un espacio de tradición, economía local y construcción de paz a través de expresiones culturales y ancestrales.
La XVII Expoferia Sabores y Raíces por la Paz se llevó a cabo como un escenario de encuentro comunitario donde la tradición, la producción local y la reflexión sobre la paz fueron los principales protagonistas. Este evento, que contó con gran asistencia, permitió visibilizar el trabajo de emprendedores y colectivos que mantienen vivas las raíces culturales del territorio.
Los asistentes pudieron disfrutar de productos ecológicos, alimentos típicos, bebidas tradicionales, tejidos y expresiones de saberes ancestrales. Más allá de su valor cultural, estas muestras fueron reconocidas como alternativas que fortalecen la economía local y promueven la sostenibilidad en las comunidades.
Tradición
La feria también destacó la importancia de la música como vehículo de identidad y memoria colectiva. En el marco del concurso Músicas Tradicionales y Sonidos del Territorio, se presentaron los tres grupos ganadores, cuya participación reafirmó la vigencia de las expresiones artísticas como símbolos de unión y resistencia cultural.
Comunidad
Desde la organización se resaltó que la Expoferia no solo es un espacio de comercio e intercambio, sino también de diálogo y reflexión. Los emprendedores y artistas compartieron sus experiencias, resaltando cómo la cultura y la producción local se convierten en herramientas para generar paz y cohesión social.
Paz
La diversidad cultural fue uno de los ejes centrales de esta edición. Los organizadores subrayaron que eventos como este aportan a la construcción de paz desde las prácticas cotidianas y el fortalecimiento de los lazos comunitarios, impulsando el reconocimiento de las raíces como base para un futuro de convivencia armónica.
Además, los participantes coincidieron en que este tipo de escenarios son fundamentales para abrir espacios de comercialización justa, especialmente para pequeños productores que encuentran en la feria una oportunidad de visibilizar su trabajo y de acceder a nuevos mercados.
La Expoferia se consolida, así como un evento que trasciende lo cultural, convirtiéndose en un motor de desarrollo económico, social y humano para las comunidades, reafirmando que la paz también se construye desde el apoyo a la economía local y al fortalecimiento de las tradiciones.
La jornada también permitió fortalecer el sentido de pertenencia en la comunidad, al reunir a diferentes generaciones en torno a las costumbres y prácticas que identifican a la región, generando un ambiente de unión y orgullo por la riqueza cultural que caracteriza al territorio.