El fin de semana pasado -y en diversos eventos- se posesionó como presidente de la República de Colombia el señor Gustavo Petro, demostrándonos de esta manera que durante su mandato habrá espacio para la diversidad cultural, tan olvidada y marginada como siempre ha sido, sin embargo, uno de los sucesos que marcó esta histórica posesión fue la espada de Bolívar.
Pero para abordar la importancia histórica de la citada espada se hace necesario volver la mirada a enero de 1974 cuando el grupo guerrillero M-19 robó la espada del museo La Quinta de Bolívar ubicado en la ciudad de Bogotá.
Según cuentan las crónicas, durante semanas el ‘Eme’ realizó mapas y croquis al museo, llegado el día ataron al vigilante que custodiaba la espada y rompieron el cristal que la protegía dejando una nota que decía “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”. Subieron a un Jeep Willys rojo y bajaron a toda velocidad por la zona de tolerancia del barrio Santa Fe hasta llegar a la casa del poeta León de Greiff. La señal de que la operación militar había sido un éxito fue una frase pronunciada por Bateman que decía: “Ya tenemos a la niña. Estaba donde las putas”.
«En la actualidad la espada de Bolívar ha adquirido un nuevo significado, ahora retrata la posibilidad de burlarse de los oligarcas del siglo XX, como lo hizo el M-19».
En 1976 el poeta enfermó gravemente y murió. De aquí en adelante las versiones son diversas, algunos afirman que pasó por las manos de Pablo Escobar y miembros de las Farc, otros creen que la espada salió del país hacia Cuba. Lo cierto es que en 1991 Antonio Navarro Wolf la regresó como un gesto de paz al gobierno de turno, desde entonces permaneció bajo la custodia del Banco de la República hasta que el saliente expresidente Iván Duque solicitó sea llevada a la Casa de Nariño para ser exhibida en los corredores.
Para muchos, en especial en el sur del país, Bolívar fue un genocida, un dictador que abusaba de mujeres indígenas y que no le importaba derramar sangre de inocentes por defender lo que él consideraba justo (recomiendo leer sobre La Navidad Negra en Pasto), pero para otros -generalmente en el centro del país-Bolívar representa la figura del napoleón criollo, el hombre que fue capaz de liberar del yugo español a los países que hoy conocemos como Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Panamá, allí radica la importancia simbólica de la espada pues se trata de aquella que utilizo el libertador en la Batalla de Boyacá.
En la actualidad la espada de Bolívar ha adquirido un nuevo significado, ahora retrata la posibilidad de burlarse de los oligarcas del siglo XX, como lo hizo el M-19, por eso y entonando los cánticos escuchados el domingo pasado yo digo: ¡Alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina!
POR: NICOLAS ESCOBAR

