Por: Jaime Goyes Andrade
Falta solamente un mes para una de las fechas más importantes del año: La Navidad, donde celebramos el nacimiento de Jesús.
Precisamente leyendo en el portal ‘renuevo.com’ encontré un escrito que me llamó mucho la atención sobre el sentido de la Navidad.
En dicho texto señalan que “se nos dice que es una época de alegría y un momento de gozo. Pero, en tanto la Navidad se acerca, ¿no experimentas a veces cosas muy lejos de alegría y gozo? ¿Te encuentras hundido y tus días llenos de cosas por hacer? ¿Estás cansado después de un largo año y los numerosos problemas y dificultades que aparecen en tu camino? ¿Te parece que la Navidad es una presión más y una demanda más de tu tiempo?
Detente por un minuto. Es posible que pienses que no tienes tiempo para detenerte, pero debieras hacerlo. Experimenta la calma y la paz esta Navidad. En vez de esperar a sobrevivir las fiestas.
¿Te has detenido a pensar respecto a que si todo este correr es necesario? ¿Te está haciendo a ti y a tus amados más feliz esta Navidad?
¿O estás dejando fuera las cosas verdaderamente importantes en la vida para así seleccionar los regalos perfectos, arreglar las decoraciones impecablemente, y reunir los más suntuosos ingredientes para la cena de Navidad?
Mientras menos estresado y presionado estés, más felicidad y alegría llenará los momentos que tú y tus amados tendrán juntos.
La Navidad se goza mejor cuando no está centrada en las decoraciones, regalos, o festividades, sino cuando el amor es el centro. El amor es la esencia de la Navidad
La Navidad debería significar ocupar tiempo precioso con tu familia y amigos. Tiene que ver con acariciar y celebrar el amor que compartes”.
Y así es, muchas veces nos preocupamos más por los regalos o por el dinero que vamos a gastar y no pensamos en lo más importante, el cual es dar amor, besos y abrazos a las personas que amamos. No pensamos en decirles lo mucho que los queremos. Eso es mucho más importante y placentero que un regalo, sentirse amado por todos los que nos rodean.