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La Escuela Taller de Tumaco aporta a la protección del patrimonio cultural

Con entusiasmo, orgullo y un profundo sentido de satisfacción, la Escuela Taller de Tumaco conmemoró sus 10 años de fundación en el territorio, consolidándose como una apuesta significativa por la salvaguardia de los oficios tradicionales y los saberes ancestrales a través de la formación técnica por competencias.

Desde su llegada en 2015, la Escuela inició su labor con los Técnicos Laborales por Competencias en Cocina y Construcción, ampliando progresivamente su oferta formativa para responder a las oportunidades y necesidades identificadas en la región.

Este proceso ha permitido fortalecer el patrimonio cultural y, al mismo tiempo, brindar herramientas concretas para que jóvenes y comunidades accedan a alternativas de empleo y emprendimiento.

Liderazgo

Marcela Aragón, directora de la Escuela Taller de Tumaco, ha sido una pieza clave en el desarrollo y posicionamiento de esta iniciativa. Su liderazgo, disciplina y compromiso han sido determinantes para alcanzar resultados que hoy se traducen en impacto social y comunitario.

“El Pacífico nariñense y el departamento de Nariño se caracterizan por ser una región biodiversa, pluriétnica y multicultural, lo que hace que nuestra oferta formativa sea bastante enriquecedora. Identificamos oficios que están en riesgo de desaparecer o que han caído en desuso”, señaló.

Aragón explicó que el trabajo de la Escuela parte del reconocimiento del potencial cultural y productivo de cada territorio. “Analizamos cómo la formación en oficios como cocina, construcción, carpintería, joyería, artesanías y producción artesanal y ancestral de biche puede generar un aporte real. A partir de allí, se construyen alianzas que garantizan no solo la formación, sino también espacios adecuados y capital semilla para el emprendimiento”, agregó.

Proyecto

A lo largo de estos diez años, la Escuela Taller de Tumaco ha formado y acompañado cerca de 3.200 personas, entre jóvenes, madres de familia, adultos mayores, firmantes de paz, población con discapacidad y víctimas de la violencia y el conflicto armado, consolidándose como un escenario de inclusión y oportunidades.

En el marco del décimo aniversario, se desarrolló una jornada con la certificación de aprendices, el reconocimiento a egresados destacados y organizaciones sociales aliadas, así como un ejercicio de rendición de cuentas, reafirmando el compromiso con la comunidad.

Es de resaltar que el Ministerio de Cultura respalda este proyecto y eligió a Tumaco por su riqueza cultural, su población mayoritariamente joven y su condición de territorio afectado por el conflicto armado, como una apuesta por el desarrollo humano y la construcción de paz desde la formación y el talento.

De esta manera, la Escuela Taller de Tumaco se ratifica como un referente regional en la formación para la vida, el trabajo y la preservación del patrimonio.