Edgar Enríquez

La cuesta de enero

Justo a la medianoche del 31 de diciembre en todo el mundo creemos que todo lo malo desaparecerá así por así, como por arte de magia, y que tendremos la posibilidad de comenzar de nuevo. Pero qué equivocados estamos.

Se acabaron las fiestas de fin y comienzo de año y con ellas el exceso de comida y trago. Después de las vacaciones llegamos con los bolsillos vacíos y sin saber cómo vamos a enfrentar el pago de los servicios. Por ejemplo, diciembre es el mes donde más se consume energía, sobre todo por eso de los alumbrados navideños en el hogar.

Según Wikipedia la cuesta de enero es el nombre que reciben en países como España y países de América Latina el conjunto de subidas de precios, tarifas y tasas que suceden al inicio de cada año, ​ y que afectan a la capacidad de compra de los consumidores.​

Enero es el mes más crítico del año, no solo porque se nos acaban las vacaciones sino porque desde el primer día nos espera con una cascada de aumentos en el precio de la canasta familiar, del pasaje de transporte público y de los servicios.

Lo de feliz año nuevo que se desea justo al filo de la medianoche del 31 de diciembre ya nadie se lo cree. Quién se va a sentir feliz si el primer día de enero ya todo se ha puesto caro y se tiene que empezar a pagar las deudas que adquirimos en diciembre para costear los regalos, la comida y los paseos.

Además, el seguro obligatorio para los vehículos (Soat) tuvo un incremento del

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12,24 por ciento para este año

Por ejemplo, por una motocicleta de menos de 100 cc se tendrán que cancelar este año $414.800. Entre 100 y 200 c.c. $556.500. Motos de más de 200 c.c. $627.600. Y ni se diga de los carros.
Como en las fiestas navideñas y el Carnaval que acaban de finalizar se acostumbra a consumir abundante comida, lo mismo que a beber alcohol, fumar y hacer menos actividad física, entonces subimos de peso y nos volvimos perezosos.

Recuperar la forma, los hábitos y costumbres, como hacer ejercicio o levantarnos más temprano, también se nos pone cuesta arriba. Pero como el hombre es un animal de costumbres para que el retorno a la realidad no sea tan traumático debe poco a poco retomar sus rutinas diarias, como la hora de acostarse y levantarse para ir al trabajo.

Como dice el refrán “en el camino se arreglan las cargas”, para significar que con el paso de los días nos vamos adaptando a las nuevas situaciones y circunstancias que nos depara este nuevo año.

 

Por: Edgar Enríquez